La XXII Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación y la novena edición del Global Innovation Day son dos buenos ejemplos de cómo ha calado en la sociedad vasca la importancia de la I+D+i en el desarrollo socioeconómico del país. Porque hay un consenso que traspasa instituciones, colores políticos y organizaciones en que la base para continuar siendo una economía dinámica y un país con unos altos estándares de bienestar social está en la ciencia, la tecnología y la innovación. Algo que se está demostrando a lo largo de los años. Tal como recordó el profesor Etxenike en el ‘Global’, cuando se puso en marcha el Gobierno vasco, en 1980,
Llevamos tiempo sufriendo de manera muy cruda y directa las consecuencias de una crisis generada por una pandemia y acrecentada por una guerra, que se traducen en dificultades de suministro de materias primas y productos energéticos y en una elevada inflación debido a la evolución de los precios. Es por ello que las previsiones deben tomarse con cautela. Es una situación que nos preocupa y ocupa a las instituciones y a las empresas, porque se está viendo reflejada en los márgenes empresariales y, en algunos casos, en la cartera de pedidos e incluso en la inversión.Pero es importante que seamos capaces de ver más allá de los mensajes que solo