Si en enero de 2020 nos hubieran dicho que, casi tres años después, Gipuzkoa tendría un 7% de paro, rondaría los máximos de afiliación a la Seguridad Social, exportaría más que nunca o mejoraría la actividad industrial de 2019, que fue un año fantástico, seguramente catalogaríamos los datos de bastante positivos. Si, además de eso, nos dijeran que esas cifras llegarían después de una pandemia mundial sin precedentes que frenó en seco la economía global, afectando gravemente a la cadena de suministro, y a la que se concatenaría la primera guerra del siglo en territorio europeo, las calificaríamos de muy meritorias.¿Debe eso llevarnos al triunf
Los fondos Next Generation EU se esperaban como un maná que viniera a paliar, de alguna manera, los estragos económicos y sociales que ha dejado la pandemia. Se esperaba mucho, quizás hasta demasiado. Al Estado le corresponden 69.000 millones de euros en transferencias y algo más de 70.000 en créditos. Mucho dinero y una muy buena oportunidad para transformar y modernizar la economía española. Pero empresas y administraciones se están encontrando con varios problemas a la hora de llegar a esos fondos. Por un lado, muchos de esos recursos se están utilizando para ‘engordar’ programas ya en activo con mayores dotaciones, algo que está bien porq