“Competitividad y oportunidades para el bienestar”
Ane Insausti, diputada de Promoción Económica y Proyectos Estratégicos de Gipuzkoa
- Ane Insausti
- 21-Noviembre-2024
Ane Insausti, diputada de Promoción Económica y Proyectos Estratégicos de Gipuzkoa
Si algo tenemos claro en Gipuzkoa es que una economía innovadora, competitiva y sostenible constituye la base sobre la que se asienta ese bienestar integral de todas las personas al que aspiramos. Si queremos seguir siendo uno de los territorios con menor desigualdad a nivel mundial, con una sociedad cohesionada y que ofrezca oportunidades de futuro, necesitamos un tejido empresarial fuerte y avanzado, generador de riqueza, sostén de unos servicios públicos y de unas políticas sociales sólidas y eficientes. Por tanto, debemos poner en primer plano el reto de la competitividad y la productividad, porque es un desafío que nos interpela como sociedad en la medida en que nos jugamos el bienestar de todos y todas.
Hay tres factores que debemos tener muy en cuenta al abordarlo: el primero, que las pequeñas y medianas empresas constituyen la columna vertebral de nuestro tejido. El segundo, que somos un territorio tradicionalmente exportador cuyas compañías compiten en los mercados internacionales. Y el tercero, que el mundo está sumido en transformaciones vertiginosas y de enorme calado, una triple transición ecológica, digital y demográfica que impacta de lleno en la actividad de nuestras pymes.
El contexto actual es de sobra conocido: guerras, tensiones geopolíticas que adquieren la forma de enfrentamientos económicos más o menos encubiertos, auge de los populismos incluso en las democracias occidentales, incertidumbre, ralentización económica en Europa y pérdida de protagonismo a nivel global… Y si miramos más atrás, pandemia, fracturas de las cadenas de suministro, inflación... Venimos, por tanto, de un ciclo realmente convulso, ante el que Gipuzkoa ha sido capaz de mantener el pulso de forma notable, si miramos a los principales indicadores: afiliación y empleo –con un 5,3% de paro-, salarios, ventas de las empresas, índice GINI o inversión en I+D. Por citar un dato, somos el único territorio de la CAV cuya producción industrial se mantiene en positivo este año -+2% hasta septiembre-.
Ante el estancamiento de los mercados europeos, nuestras empresas están haciendo un esfuerzo encomiable para abrir nuevos caminos y diversificar su actividad, un dinamismo que apreciamos en los proyectos que presentan a las distintas convocatorias de ayuda de la Diputación, con un nivel de calidad muy alto. Sin caer en la complacencia en absoluto, y con todas las cautelas, porque vemos algunos sectores que están empezando a verse comprometidos y, por supuesto, tenemos áreas de mejora, en ningún caso podemos dar por sentado todo lo conseguido hasta ahora, pero debemos abordar con confianza el futuro, potenciando fortalezas como nuestro ADN industrial, nuestro buen posicionamiento en sectores de alto valor añadido y la visión a largo plazo. Con todos estos elementos, tenemos mucho que aportar en un momento en el que, tal y como emplazan los informes de Letta y Draghi, Europa debe conjurarse para recuperar su pujanza.
La propuesta de presupuestos presentada por el Gobierno Foral, con 77 millones para el Departamento de Promoción Económica y Proyectos Estratégicos, tiene entre sus prioridades la de apoyar y estimular la actividad económica de Gipuzkoa frente a los grandes cambios que vivimos, partiendo de tres principales palancas: personas, tecnología y actividades de valor añadido. Porque si queremos seguir formando parte de las economías más punteras, debemos ser capaces de generar y difundir ese conocimiento avanzado que debe ser el gran activo de nuestro modelo de desarrollo.
Este camino lo vamos a recorrer actuando en varios frentes a la vez: dando un nuevo impulso a las apuestas de especialización inteligente como la movilidad sostenible, las tecnologías cuánticas, la ciberseguridad o las terapias avanzadas; haciendo que procesos de transformación sean inclusivos para todas las personas y empresas, con programas de apoyo adaptados a su realidad; agilizando trámites y complementando las acciones de otros agentes; teniendo en cuenta a los distintos sectores que configuran nuestro tejido; generando dinámicas para que nuestros proyectos empresariales puedan ganar tamaño y ser más competitivos e innovadores; generando, atrayendo y fidelizando el talento; y potenciando los valores y formas de hacer que nos identifican, como la colaboración a todos los niveles y el esfuerzo individual y colectivo. Somos un territorio pequeño en un mundo globalizado, convulso y complejo. Nadie dijo que sería fácil. En realidad, nunca lo ha sido. Sigamos haciéndolo posible.