El 1 de julio el Reino de España ha asumido la Presidencia del Consejo de la Unión Europea. Se trata de la quinta vez que lo hace desde que en 1986 se adhiriera a las Comunidades Europeas, hoy Unión Europea. Esta representación supone una gran responsabilidad al tiempo que una oportunidad que brinda la ocasión para dar a conocer la realidad territorial, económica y social de un Estado. En este caso, la Presidencia tendrá lugar en la antesala de unas elecciones generales cuyo desenlace es una incógnita y, como consecuencia, está llena de incertidumbres.El telón de fondo de la Presidencia es la guerra de Ucrania, cuya duración y resultado sigue
Si algo dejó claro la pandemia fue la aceleración de las grandes transiciones, especialmente, la digital y la medioambiental. Pero no debemos olvidarnos de una transición que está en la base de todas las demás: la demográfica. En general, en los países europeos avanzados contamos con una baja tasa de natalidad y un envejecimiento de la población por el aumento de la esperanza de vida, lo que supone un descenso del número de habitantes y la desestructuración de la pirámide poblacional. De esta realidad dependen muchos de los retos clave de la actualidad y de los próximos años: la necesidad de personas en el sistema productivo (que en este mome