“Manteniendo el pulso”
Tamara Yagüe, presidenta de Confebask
- Tamara Yagüe (Anuario 2023)
- 20-Mayo-2024
Tamara Yagüe, presidenta de Confebask
En términos generales podemos decir que 2023 ha cerrado el año algo mejor de lo que esperábamos. Con un crecimiento del 1’8% con respecto al año anterior, si bien muy por debajo de lo conseguido en ejercicios precedentes. En todo caso, la pujanza en la creación de empleo se ha mantenido, aunque también hay que destacar que, en este caso, el sector público ha copado buena parte del incremento de la ocupación, dos de cada tres.
Durante el año que hemos dejado atrás, la actividad se ha visto lastrada por el impacto de la inflación, el aumento de los tipos de interés, y por la debilidad de los principales clientes de la economía vasca y del comercio mundial. De hecho, es llamativo que, en un país como el nuestro, en donde la industria es el auténtico motor de la economía, este sector haya rozado el ‘crecimiento cero’. Por su parte, la construcción también se desacelera, y un año más, es el sector de servicios de mercado el que presenta la mejor evolución, gracias, sobre todo, al buen año turístico.
Por lo que se refiere a el consumo privado y la inversión, es cierto que crecen, pero en mucha menor medida que otros años, al acusar, como decíamos, el efecto de la inflación y también el bajo ritmo de llegada de los fondos europeos.
Este capítulo es especialmente relevante, porque esas ayudas están pensadas para contribuir de manera decisiva a mejorar la competitividad de nuestras empresas. En un entorno tan cambiante y trascendental como el actual, la urgencia para luchar contra el cambio climático, los nuevos paradigmas de la energía y la inteligencia artificial nos están haciendo cambiar de caballo a mitad de carrera. Es por eso por lo que hace poco solicitábamos al Gobierno de España, junto al Gobierno Vasco, asumir desde Euskadi una gestión de esos fondos más directa y cercana a nuestro tejido productivo: porque lo conocemos mejor y porque creemos que agilizaría esa llegada.
No hemos tenido éxito. Al menos, de momento. Veremos si durante este año se acelera la llegada de esos fondos europeos, aunque también es cierto que, excepción hecha de casos de sobra conocidos, en términos generales, las empresas vascas no están esperando a esas ayudas e invierten ya en la medida de sus posibilidades en todo aquello que suponga adaptarse a estos nuevos tiempos.