El pasado día 30 de junio celebramos la segunda edición del ‘Premio Empresa y Sociedad - José Ignacio Arrieta’. Un galardón que reconoce las buenas prácticas de las empresas en materia de RSC y ODS y que recuerda, además, a quien fuera fundador y presidente de este periódico. Como señaló Asier Albizu, CEO de Biolan -la compañía premiada este año-, este reconocimiento no es muy habitual en el mundo empresarial, porque es una labor que muchas veces pasa desapercibida. Y romper con esa dinámica es uno de los objetivos del premio: poner en valor a quienes tienen en su ADN, en su propósito empresarial, las actuaciones de responsabilidad social c
Decía Milton Friedman, máximo exponente del dogma económico neoliberal, en un artículo publicado en 1970 en el New York Times, que la responsabilidad social de las empresas consiste en obtener los mayores beneficios posibles (“the highest possible profits”). Empresa cuya misión se limita a su dimensión económica, sin ninguna responsabilidad social, manida expresión que se refiere a las personas, por consiguiente, a los derechos humanos. Dicho planteamiento también elude la responsabilidad medioambiental de las empresas. Afortunadamente, esa posición ha sido ampliamente contestada. Si la actividad empresarial descansa, en derecho, sobre la l
