El mantra actual es desaceleración o, en su derivada para iniciados, japonización (una combinación de tipos de interés al 0% o incluso negativos, crecimientos del PIB a tasas bajas y grandes incentivos monetarios como compras de deuda por parte del banco central). Y eso se suma, además, a una época en la que muchas incertidumbres internacionales están impactando negativamente en nuestra economía. Las caídas de la producción industrial y de las exportaciones son también en el País Vasco elementos clave de esa desaceleración, mientras que el sector servicios continúa manteniendo cierta fortaleza. Estas circunstancias han llevado a revisar a l
El mundo ha entrado en una fase de desglobalización’. Un titular impactante (El País – 3/11/2019), que se deduce de las tendencias en el comercio internacional, y no solo de las guerras comerciales Estados Unidos - China. Los datos son contundentes: midiendo el comercio como la suma de importaciones y exportaciones, durante las décadas de crecimiento del siglo XX el comercio internacional pasó de suponer el 25% del PIB mundial en los años 60, a alcanzar el 60% antes de la Gran Recesión, sin superar esta cifra en ninguno de los años posteriores al 2007. Parece que no hay muchas dudas de que lo óptimo para el consumidor es que el diseño, la