La teoría del caos tiene en el llamado efecto mariposa uno de sus conceptos más conocidos. Este viene a decir que una pequeña alteración en un sistema puede provocar un efecto considerablemente mayor, no previsto inicialmente. En un entorno en el que las incertidumbres que el covid desató no se han calmado, hay un temor fundado de que el ataque de Rusia a Ucrania vaya a tener consecuencias globales no previstas a nivel económico. Se empiezan a comprobar en las bolsas y en los ya tensionados mercados de la energía. Los precios del petróleo y, especialmente, del gas se han disparado, con lo que su traslación a la inflación es lo primero que v
La conjunción de dos grandes borrascas, una de aire frío continental y otra de aire caliente, es el detonante de todas las desgracias que nos cuenta Sebastian Junger en su libro ‘La tormenta perfecta’; una expresión que desde entonces utilizamos con asiduidad para explicar la suma de circunstancias negativas que son capaces de arruinar un país o de crear situaciones de máxima tensión. No se me ocurre mejor analogía para explicar cómo han sido estos dos últimos años para las empresas alavesas, una tormenta perfecta contra la que seguimos combatiendo y ante la que muchos empresarios podrían verse obligados a bajar la persiana, haciendo baldío