“La Economía Social en Euskadi, liderando la transformación de la sociedad”

Jokin Díaz, director de Economía Social del Gobierno vasco

Jokin Díaz, director de Economía Social del Gobierno vasco Foto: Gobierno Vasco

La profunda revolución económica que vive el mundo necesita una transformación empresarial que incluya los valores de arraigo, centralidad en las personas y bien común. Es la apuesta decidida del Departamento de Trabajo y Empleo que, bajo la dirección de la vicelehendakari Idoia Mendia, ha imprimido un nuevo rumbo a las políticas de apoyo público a la generación de empleo, que se refleja en datos históricos de creación de oportunidades, y que tiene a la Economía Social como referente permanente en sus intervenciones y actuaciones. Porque, en este mundo de amenazas y cambios, la mayor inversión en tecnología no es suficiente si no se invierte en capital humano.
Con esta directriz surge la Economía Social como otra forma de empresa con valores, distinta al modelo capitalista, centrado en el mercado y en el logro de beneficios. Como agente fundamental del desarrollo de la sociedad que responde a las exigencias del mundo del trabajo, pero también a la dignidad de la persona. Para construir un modelo de organización social más justo, respetando el medio ambiente y tomando la sostenibilidad como aspecto global del que dependemos todos. Una forma de hacer empresa con personas a través de la cooperación, la solidaridad y el servicio a sí mismas, a las familias y a otras empresas. Dejando una sociedad y un planeta en mejores condiciones. 
Euskadi es un referente mundial en Economía Social, en especial, en cooperativismo de trabajo asociado y sociedades laborales, y un territorio en el que se puede acreditar su impacto en menores tasas de desigualdad. Cerca del 2% de las entidades, el 5% del valor añadido bruto y el 10% del empleo remunerado se adscribe a las entidades de Economía Social, y en 2020 la cifra total de empleos alcanzaba a 60.401 personas. Otra de sus características reside en su carácter industrial. Aunque la realidad por sectores muestra diferencias, es de subrayar que cuatro de cada diez cooperativas son industriales, la mayor parte del empleo de las Sociedades Laborales es también industrial y que más de la mitad de las personas ocupadas en centros especiales de empleo operan en este sector. De hecho, Mondragón figura año tras año como la cooperativa industrial más grande del mundo. 
Otra de los valores del emprendimiento colectivo como forma de hacer empresa es el arraigo territorial. Una economía social que crea riqueza, coopera para abordar las necesidades de forma conjunta e innova. Que potencia el emprendimiento colectivo basado en principios democráticos en la toma de decisiones y en la distribución de beneficios como forma de afrontar los retos empresariales futuros. Es la demostración de que la eficacia económica y la cohesión social pueden ir de la mano.
La Economía Social tiene, además, un papel clave como motor de desarrollo territorial, empleo de calidad e inclusivo. Que crea y mantiene empleo digno y sostenible, especialmente en contextos de crisis. Perfectamente alineado con el objetivo europeo de una economía al servicio de las personas y del planeta, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y a la vanguardia de la recuperación europea reforzando el rasgo más social que distingue a la UE.
Representa valores como la promoción de la solidaridad interna y con la sociedad que favorece el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la cohesión social, la inserción de personas en riesgo de exclusión social, la generación de empleo estable y de calidad, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la sostenibilidad, todos ellos vinculados a las organizaciones, a través de la RSE. 
Por todos estos principios que la definen la Economía Social es un elemento transformador de la sociedad. Sin embargo, sólo funcionará si se centra en la verdadera transformación, la de las personas. En palabras de Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Lo que realmente se transforma son las personas. Las organizaciones son estructuras organizativas de personas. La sociedad es un conjunto de personas y con el medio ambiente interactúan personas. Todo esto es lo que impulsa la Economía Social, y lo que ha logrado que Donostia-San Sebastián haya sido designada este año Capital de la Economía Social.

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