"El acceso a financiación en una coyuntura compleja"

Pedro Cepeda, socio de IKEI

Pedro Cepeda, socio de IKEI Foto: IKEI

La anticipación, el diagnóstico y la planificación de una estrategia de financiación serán determinantes a la hora de captar crédito para nuestros proyectos empresariales en tiempos difíciles.
Los desajustes en las cadenas de suministro, la guerra de Ucrania y la crisis energética han hecho que se disparen los precios, situando la inflación en unos niveles que en España no se recordaban desde 1986. Esta inflación ha hecho saltar las alarmas de los bancos centrales, los cuales llevan unos meses encadenando subidas de tipos de interés tratando de frenar la escalada inflacionaria.
Las subidas de tipos vaticinan reducciones en el consumo y llevan aparejados incrementos significativos en los costes financieros. Esta situación que está afectando de manera generalizada a todas las compañías, se agrava en aquellas que arrastran niveles de endeudamiento por encima de los habituales, originados en muchos casos por el impacto del Covid en sus negocios. Y si a esto le sumamos el fin de las moratorias de devolución de principal de gran parte de esta deuda, el coctel se presenta aún más complejo.
Ante este escenario en el que la morosidad puede empezar a ser una amenaza, unido con la reciente desaparición de Silicon Valey Bank y la posterior crisis de Credit Suisse, se augura un ciclo de crédito más caro y restrictivo, que afectará a las empresas conteniendo su crecimiento o mermando su rentabilidad, si no se encuentran preparadas.
Aunque parezca evidente, la anticipación es uno de los factores primordiales para encarar con garantías un ciclo como el que se nos presenta. Es fundamental analizar la situación operativa y financiera de nuestra compañía, estudiar diferentes escenarios ante los que nos podemos enfrentar y tomar una posición proactiva ante los mismos, contemplando planes de contingencia si fuera necesario. No debemos esperar a que surja el problema para actuar, ya que las soluciones en estos casos se complican enormemente y en ocasiones la reacción puede llegar demasiado tarde.
Ante un escenario como el actual, en un entorno muy bancarizado, el más alto de toda Europa, recomendamos que el plan de financiación contemple la diversificación de riesgos entre más de una entidad financiera y esté abierto a financiaciones alternativas. Estas últimas, con un mayor coste que la financiación bancaria, aunque cada vez más competitivos, pueden ser una buena alternativa al capital, tienen cada vez mayor presencia, empiezan a ser más accesibles a compañías de menor tamaño y están ampliando su catálogo de productos (préstamos, anticipos de facturas, confirming, etc.).
El ciclo de “inestabilidad permanente” al que se refería la presidenta del BCE hace unos días y que nos está tocando vivir, nos obliga a estar más alerta si cabe y a reflexionar constantemente para que un nuevo sobresalto no nos pille con el pie cambiado. Como decía un compañero hace un tiempo en estas páginas, se trata de actuar con urgencia para evitar la emergencia. 

Más noticias de Opinión / Iritzia