La geoestrategia mundial está cambiando a pasos agigantados hacia terrenos desconocidos. Asistimos al nacimiento de una nueva era, más compleja e incierta, en la que los centros de decisión se están alejando de Europa. El retorno a una política exterior de Estados Unidos basada en el aislacionismo y en el proteccionismo cambia sustancialmente las reglas de juego. Además, las barreras arancelarias que pretende establecer Trump tendrán efectos políticos y podrían llevar a la UE a distanciarse de EE.UU. y a establecer nuevos acuerdos comerciales. Una situación en la que la diplomacia cobra mayor importancia, y la diplomacia económica, más. Solo
Habitualmente, definimos la nueva frontera del conocimiento como todo lo relacionado con el desarrollo de la inteligencia artificial y las nuevas posibilidades que ofrecen los sistemas de supercomputación. Sin embargo, existe una gran descompensación entre los esfuerzos dedicados a la aplicación de estas herramientas para el abordaje de problemas técnicos y desarrollos comerciales y las posibilidades que ofrecen para abordar retos sociales complejos (transición socio-ecológica, transformación del sistema de cuidados, lucha contra la desigualdad, etc.). Un buen ejemplo de esta desconexión es la inversión en “gemelos digitales”. El Barcelona S