“De ciudades conectadas a comunidades inteligentes y cognitivas: la evolución de las smart cities”

Xavier Pascual, director de Consultoría y Nuevas Tecnologías en Sener

Xavier Pascual, director de Consultoría y Nuevas Tecnologías en Sener. Foto: Sener.

Las tecnologías de la información y la comunicación están contribuyendo a convertir nuestras ciudades en entornos capaces de mejorar nuestra calidad de vida, abordando retos técnicamente complejos: el crecimiento demográfico y la concentración de la población, con la consiguiente congestión del tráfico, el impacto en la calidad del aire, el consumo energético o la gestión de residuos, entre muchos otros.

Cuando hablamos de ciudades inteligentes, no podemos hacerlo de manera categórica, pues existen casos muy diversos, dependiendo del nivel de desarrollo, prioridades y recursos de cada ciudad. En este sentido, el índice IESE Cities in Motion, advierte que no existe un único modelo de éxito, dado que los factores que debemos tener en cuenta son cada vez más complejos y numerosos.

El concepto ‘smart city’ está evolucionando hacia el de “cognitive city”. Mientras que algunas poblaciones han desarrollado proyectos exitosos en ámbitos como la movilidad, la iluminación o la eficiencia energética, otras se están adaptando o aún tienen un largo camino por recorrer. Un claro caso de uso es la gestión inteligente y predictiva (mediante inteligencia artificial) de los sistemas de ventilación en agrandes espacios cerrados como redes de metro, hospitales, aeropuertos, recientes feriales, hoteles: es el caso del despliegue de Respira, de Sener, en las redes del Metro de Barcelona (donde logró un ahorro energético del 25% y económico de 1,7 millones de euros el primer año), en los túneles de la M-30, en Madrid, así como el desarrollo de una prueba piloto en el Aeropuerto de Manises.

En cualquier caso, quizás uno de los cambios más interesantes hoy es el paso de las infraestructuras o ciudades conectadas al de las comunidades inteligentes y cognitivas. Gracias a los avances en sensórica, en gobernanza del dato y en analítica, estamos siendo capaces de ir más allá: no se trata de gestionar mejor un espacio, sino lograr auténticas redes interconectadas que nos permitan integrar una inteligencia colectiva con capacidad cognitiva para beneficio de los habitantes de toda una comunidad.

Estamos dando un gran salto adelante, logrando poner en común tres puntos clave: personas, la información generada a partir de los datos y tecnología, de manera que la información llegue a la persona correcta en el momento adecuado, permitiéndonos tomar las mejores decisiones para beneficio de toda la ciudadanía. Las ciudades cognitivas no son un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la vida de las personas que habitan en ellas. Gracias a la tecnología y a la innovación, estamos más cerca de lograrlo.

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