El Gobierno vasco ha presentado el proyecto de presupuestos para 2024. El último proyecto de cuentas públicas de una legislatura marcada por incertidumbres globales como la pandemia, conflictos bélicos y una alta inflación, que sin duda han condicionado el gasto público. Estos presupuestos ascienden a 15.025 millones de euros, lo que supone un incremento de 774,7 millones, un 5,4% más que los del actual ejercicio. Como es lógico, las mayores disposiciones tienen que ver con las partidas sociales, pero también crece la inversión, que supera los 701 millones de euros, con un incremento del 6,5%. Las cuentas pivotan sobre cuatro pilares: personas, sostenibilidad, prosperidad y autogobierno, y materializan la apuesta por la mejora de la calidad de vida, la creación de empleo y el desarrollo económico. Y, seguramente, serán las últimas cuentas públicas antes de iniciarse la retirada de las excepciones financieras y las ayudas extraordinarias por la pandemia y los conflictos bélicos, y la vuelta a la disciplina fiscal. En este escenario también es destacable la reducción del endeudamiento, lo que se constata en que la partida dedicada a hacer frente a la deuda pública desciende hasta los 861 millones de euros, 128 millones menos que este año. En definitiva, unos presupuestos realistas que quieren incentivar el crecimiento económico en un escenario global de debilidad.