La crisis económica y financiera de los últimos seis años ha golpeado con fuerza el tejido empresarial de nuestro territorio. Una rápida mirada a las cifras macroeconómicas y su evolución en los últimos años muestra de forma clara la intensidad de la crisis y sus peores consecuencias, especialmente medida en términos de destrucción de empleo y debilitación del tejido económico. Un aspecto, sin embargo, con menor presencia en el debate público aunque no menos relevante de cara a la competitividad a medio y largo plazo de Bizkaia es el relativo a la innovación empresarial. Desde el año 2007, la Diputación Foral de Bizkaia junto con la Cámara
La capacidad de innovación de una economía desempeña un papel fundamental para el crecimiento económico, ya que incide directamente en la productividad y puede contribuir, de manera decidida y decisiva, al crecimiento sostenible. No en vano, la innovación es uno de los factores básicos de la competitividad, junto a la estabilidad macroeconómica, la eficiencia del mercado laboral, el desarrollo tecnológico o la sofisticación de la empresa y del mercado financiero. Así, en un mundo cada vez más globalizado, con mercados cada vez más competitivos y clientes cada vez más exigentes, la necesidad de innovar es cada vez mayor. Necesidad entendida