La gestión avanzada de las organizaciones está suponiendo un redescubrimiento de muchas iniciativas que deberían haber estado habitualmente sobre la mesa de directores generales y gerentes, pero que no es así. Aspectos como la comunicación, la información, la formación, la participación, el talento (todos son temas que tienen que ver con las personas, por cierto) parecen ser las claves de las nuevas escuelas de management. Pero siempre han estado ahí. A una de ellas, cuidar y hacer crecer el talento interno de las empresas, se le llama ahora intraemprendimiento. La mesa coorganizada por ESTRATEGIA?EMPRESARIAL y B+I Strategy constituye un ejemplo palpable de las posibilidades que esta modalidad de emprendimiento ofrece. En un momento en el que la economía está dando síntomas de recuperación, de que hemos aprendido algunas lecciones, o al menos conocemos lo que no se debe hacer, el emprendizaje corporativo se revela como una oportunidad de renovación de las empresas, de rejuvenecimiento organizativo, de crecimiento y de competitividad. Un viaje que se inicia sin saber muy bien a dónde lleva, pero que permite ganar competitividad, como lo demuestran ejemplos como CAF o Batz. Algo que han entendido bien nuestras instituciones y que están impulsando y desarrollando con iniciativas concretas. Porque muchas veces lo que se busca fuera puede estar dentro, solo hay que hacerlo brotar y promocionarlo. De eso va el emprendizaje corporativo.