El objeto de esta aportación personal es el de contribuir, aportando un conjunto de ideas y sugerencias, a la mejora del proceso de reflexión estratégica que, con urgencia, necesita nuestro País. Nos falta un Proyecto que adecue nuestras virtudes tradicionales -trabajo bien hecho, esfuerzo cotidiano, asunción de riesgos, etc.- a las realidades actuales, al tiempo que incorpore nuevos valores. Tenemos que construir nuestro Futuro día a día fijando nuestra mirada en una meta clara por duro que sea el camino y largo que sea el plazo. Tenemos que cambiar la dirección. Hemos de recuperar la preocupación por lo trascendente, por la convivencia,
La actividad económica empieza a dar las primeras muestras de recuperación y toca revisar el estado de forma de la prevención de riesgos laborales en nuestro territorio porque la reactivación económica va a suponer en la práctica una prueba de estrés de nuestro sistema preventivo. La gestión preventiva es compleja. Hay muchos factores y múltiples agentes que cohabitan en ella; los responsables de las empresas, los trabajadores, sus respectivos representantes, y las diferentes administraciones públicas son elementos del sistema preventivo, cuyo buen funcionamiento depende en gran medida de la precisión con la que las diferentes piezas engra