El concepto de competitividad se ha convertido, en los últimos años, en el pilar de los debates relacionados con las políticas económicas. Sin embargo, es un concepto con mala prensa sobre el que normalmente prevalecen sus connotaciones negativas. Esto se debe en parte a que el término competitividad ha sido trasladado del ámbito empresarial, sin una reflexión crítica para su aplicación, al ámbito territorial. Para una adecuada comprensión del concepto de competitividad territorial es necesario utilizar dicho concepto con una aproximación más abierta y holística que la que se deduce de una extensión directa de la misma a nivel empresarial.
A finales de los años setenta, Euskadi salía de un periodo de cuarenta años de dictadura que había reprimido cualquier expresión del autogobierno y la cultura vasca. En aquel momento, padecía además una grave crisis económica, con un índice de paro en torno al 30% y su imagen internacional estaba directamente relacionada con la violencia terrorista. A pesar de estas circunstancias, Euskadi ha conseguido transformar su economía de una forma solidaria, llegando a estar entre los líderes de los rankings internacionales en salud, educación y renta per cápita. Hoy en día, las empresas e instituciones vascas tienen una gran presencia internaciona