Ayuntamientos y diputaciones son las instituciones más cercanas a las necesidades de las personas y de las empresas, por ello, las elecciones municipales y forales son importantes. Y los comicios han provocado un cierto cambio de panorama. Ahora llega el momento de la gobernabilidad, de que programas y lo propuesto en campaña se lleve a la práctica. Y en estas elecciones se ha hablado mucho de recuperación, de apoyo al empleo y a la actividad económica. Como queda claro en todos los foros empresariales, los hombres y mujeres de empresa reclaman a las administraciones las condiciones para poder facilitar su actividad, nada más, y nada menos. Estabilidad, infraestructuras, fiscalidad similar a la del entorno europeo, simplificación de la burocracia, acceso al crédito... son algunas de estas reclamaciones. Además, la posibilidad real de que el mismo partido, el PNV, dirija las tres diputaciones forales va a hacer que se limite la desarmonización fiscal. En un país pequeño como el nuestro, cuantas menos diferencias fiscales haya, mejor. Y hablando de capacidad fiscal, estaría bien que todas las fuerzas políticas, las que tienen responsabilidades institucionales y, especialmente las que no, se pronunciaran claramente en defensa del Concierto Económico. Algunos no parecen tener claro que el Concierto está siendo un elemento clave en nuestra recuperación, en ese crecimiento del 2, 2% del PIB. El autogobierno fiscal no es un beneficio y sí un elemento de corresponsabilidad que, bien ejercido, es fundamental para la economía vasca.