La adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU está de moda actualmente, tanto en las organizaciones empresariales, como sociales y políticas. Su inclusión en las agendas se ha convertido en la constatación de una forma de hacer las cosas. Una especie de sello de calidad. Pero si antes hablábamos de moda, tenemos que puntualizar que, en el caso vasco, eso no es así. Con esa denominación o con otras, la actividad empresarial e institucional se ha caracterizado por tener metas compartidas y no contrapuestas: un crecimiento económico sostenible, un proyecto empresarial rentable, con la persona en el centro y con el compromiso s