Las previsiones que recientemente presentó el consejero Azpiazu nos enfrentan a la cruda realidad. A unas estimaciones de caída del PIB vasco cercana al 9% y de una destrucción de unos 68.000 puestos de trabajo para este año, se une un descenso real de la recaudación fiscal de 1.170 millones, superior al 21% hasta mayo, que podría alcanzar los 2.800 millones menos en el conjunto del ejercicio. Estos primeros datos nos permiten comenzar a apreciar la oscuridad del túnel en el que nos encontramos sumergidos. Pocas veces el consejero de Hacienda y Economía ha sido tan explícito y se ha expresado con tanta preocupación como el pasado día 9: “un
No creo que deba empezar este artículo sobre cómo la crisis sanitaria que estamos padeciendo ha alterado nuestra vida. En lo que sí creo que debo centrarme es en señalar que, aunque sólo hayan pasado tres meses, los tiempos pre-Covid son una vida anterior; pasada. Lo que hoy tenemos delante es una época de incertidumbres en la que no valen las soluciones empleadas hasta ahora. Cualquier ejercicio de prospectiva previo a la pandemia ponía sobre la mesa tendencias que ahora se han acelerado. La digitalización, con la consecuente mejora de la eficiencia en todas las áreas de actividad, así como la sostenibilidad, no sólo no han perdido vigenc
