Dos citas al año para conversar y contrastar opiniones, pero sobre todo, para cumplir con ese deseo que tenía José Ignacio de divulgar conocimiento, también de “siricar” y enriquecer los debates acerca del funcionamiento y devenir de nuestro País. Afortunadamente, durante cuatro años hemos podido coincidir en todas las citas del Topagunea así como en los actos con motivo de la presentación de la Guía de la Innovación. “Ánimo, Arantxa!”, decía. Su voz amable y atenta siempre ha sido de aliento. Se me dirigía con exigencia y sin ambages, pero con cariño y respeto. Con la misma actitud que se prestó a Euskadi en su etapa pública como consejero
En estos momentos las palabras sobran. El recuerdo, desde lo más profundo del alma, es lo que importa. Se nos ha ido José Ignacio. No, perdón. No se ha ido, está entre nosotros. Porque su espíritu y su empuje han quedado como savia para todos aquellos que creemos en un País industrialmente sólido, donde la energía siga teniendo un protagonismo significativo. Petronor le llora, pero con esperanza y humor, porque de lo contrario nos reñirá desde el más allá. Ikusiko gara Jose Ignacio, eta jarraitu laguntzen.
