El 5 de mayo de 1982 José Ignacio Arrieta salió de casa para asumir en el acto de constitución del Ente Vasco de la Energía su Dirección General. En la radio del coche escuchó que ETA había asesinado a Ángel Pascual, ingeniero de Lemoniz. Iberduero renunció al proyecto en esas trágicas circunstancias y José Ignacio tuvo que transformar el EVE en algo diferente desde el primer día. La gasificación de la geografía vasca, la eficiencia y el impulso a la investigación energética fueron obra de la impronta de esta persona comprometida. Como consejero de Industria y posteriormente de Trabajo, fue un hombre clave en el impulso institucional que contribuyó a superar la dura crisis industrial de los ochenta. Tuve el honor de compartir con él cinco años de actividad en el EVE, cuando a finales de los noventa impulsamos los proyectos de generación energética con las nuevas tecnologías de ciclos combinados y renovables. Siempre fue la voz ponderada a la que había que escuchar, porque marcaba criterio. Pasado el tiempo volvimos a encontrarnos en Petronor, en una fase difícil en la que debíamos apostar con decisión por un proyecto de futuro para le empresa, y durante siete años pude contar siempre con su cercanía, apoyo, buen criterio, iniciativa y... otra vez compromiso. Sí. No es fácil escribir cuando he sabido que ha fallecido esta madrugada. Pero si tuviera que escoger dos palabras para definir todo lo que recuerdo de él, me decantaría por iniciativa y compromiso.
Este mismo medio, Estrategia Empresarial, es fruto de su iniciativa y de su compromiso. Estamos orgullosos de ti José Ignacio, y de haber tenido la suerte de conocerte y trabajar contigo.
Goian bego.