El 5 de mayo de 1982 José Ignacio Arrieta salió de casa para asumir en el acto de constitución del Ente Vasco de la Energía su Dirección General. En la radio del coche escuchó que ETA había asesinado a Ángel Pascual, ingeniero de Lemoniz. Iberduero renunció al proyecto en esas trágicas circunstancias y José Ignacio tuvo que transformar el EVE en algo diferente desde el primer día. La gasificación de la geografía vasca, la eficiencia y el impulso a la investigación energética fueron obra de la impronta de esta persona comprometida. Como consejero de Industria y posteriormente de Trabajo, fue un hombre clave en el impulso institucional que c
Tuve la oportunidad de compartir durante 13 años asiento en el Consejo de Naturgas Energía con José Ignacio Arrieta y eso es algo que siempre le agradeceré a la vida. José Ignacio era una persona especial y, aunque todos lo somos a nuestra manera, él era diferente. Reunía cualidades muy dispares; era entrañable, culto, meticuloso en el análisis de las estrategias empresariales y conciliador. Fue, sin duda, una persona clave en el proceso de privatización de la industria del gas natural en el País Vasco, con un conocimiento profundo del mundo empresarial privado, del sector público y de la idiosincrasia vasca. Todo ello lo ponía al servici