El Gobierno vasco aspira a un PIB en el que el peso industrial se aproxime a un 25%. En Álava ya es de un 33%. Sirva este preámbulo para constatar la determinante importancia de este sector en el territorio más industrial de Euskadi y de España. Sobre estos pilares estamos en disposición de afirmar que el último ejercicio fue, en términos generales, un buen año para nuestras empresas, pero ante el riesgo que siempre entraña generalizar considero necesario descender de lo macro a lo micro para obtener una fotografía más aproximada de la realidad alavesa. Los datos no engañan y la evolución de muchas de nuestras empresas es favorable, con un
Hasta no hace mucho tiempo, en Euskadi ser empresario estaba no mal visto, sino muy mal visto e incluso era peligroso. Hubo un tiempo en que se quebró la tradición vasca, la iniciativa empresarial de esas personas que no tenían horas para sacar adelante su negocio y que lo mismo hacían labores comerciales o administrativas, que productivas, pero que gran parte de la sociedad veía como depredadores sin escrúpulos. Ahora, en cambio, siete de cada diez personas consideran positiva o muy positiva la aportación del empresariado vasco a la sociedad. ¿Qué ha sucedido para que se haya nproducido esta transformación? ¿En qué ha cambiado la sociedad