Hace quince días hablábamos en este artículo de que se estaban marchando las nubes, despejando el horizonte económico. Y ahora tenemos que insistir en esta misma idea, porque continuamos apreciando mejorías. Se han conocido los resultados de la tasa de paro, que mide la población en relación con la actividad. Unos datos que constatan que en 2019 la tasa de paro se ha consolidado en Euskadi por debajo del 10%, tras crecer la ocupación en 11.000 personas y con un nivel de cotizantes a la Seguridad Social de 878.600. Unos números claramente positivos, aunque aún hay unas 97.000 personas registradas apuntadas en Lanbide. Al mismo tiempo, el avance de cuentas trimestrales eleva el crecimiento de la economía vasca al 2,2% del PIB en 2019, dejando atrás la desaceleración producida en la segunda mitad de 2018 y primer trimestre del pasado año y encarando 2020 en una muy buena situación. Pero como todo no pueden ser números, también tiene que haber sueño, alma y personas. Como el proyecto que inició Adegi en 2009 y que se va a materializar en la Fabrika de la Nueva Cultura de Empresa, que acaba de poner su primera piedra. Un lugar donde se va a ‘fabricar’ una forma de entender y vivir la empresa como un proyecto compartido basado en la confianza. Una idea transformadora con origen en Gipuzkoa pero que transciende ya a todo Euskadi y que se incorpora como otro hito de nuestros hechos diferenciales.