La sucesión es condición sine qua non para la continuidad de cualquier negocio, se trate o no de una empresa familiar. Sin embargo, es una de las principales causas que está tras las altas tasas de mortalidad de las mismas. En Euskadi, dos de cada tres empresas familiares no sobreviven a su segunda generación, y del 33% que sí lo hacen tan solo el 15% alcanza la supervivencia en la tercera generación. Pero ¿por qué no sobreviven? Son varios los factores que pueden contribuir a la desaparición de la empresa familiar, pero uno de los más importantes es la falta de un plan de sucesión. Hay que tener en cuenta que en la empresa familiar no so
lo largo del año se han venido sucediendo reformas en materia concursal cuyos principales hitos han sido el Real Decreto 4/2014 de 7 de marzo, convalidado por Ley 17/2014 de 30 de septiembre de adopción de medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial, y el Real Decreto Ley 11/2014 de 5 de septiembre de medidas urgentes en materia concursal, en tramitación como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia. El primero buscó fundamentalmente flexibilizar el régimen de los convenios previos al concurso para facilitar su adopción en el entendimiento de que la continuidad de las empresas era un objetiv