Las obras del nuevo puente de Gabolats en Soraluze avanzan a buen ritmo con el objetivo de aumentar la defensa ante inundaciones

El viceconsejero de Medioambiente, Josu Bilbao, ha visitado las obras del puente, que será transitable en septiembre de 2025 e incrementará significativamente la defensa ante crecidas del río Deba a su paso por Soraluze

El nuevo puente de Gabolats alcanzará las 80 toneladas, tendrá 37 m de luz y contará con un vano único y sin apoyos en el cauce, así como con un tablero 50 cm más alto que el viejo puente ya demolido. Foto: Irekia

El nuevo puente de Gabolats será transitable en septiembre de 2025 y aumentará significativamente la defensa ante las crecidas del Deba a su paso por Soraluze. Así lo han constatado en una visita a las obras el viceconsejero del Gobierno vasco, Josu Bilbao; el director general de URA - Agencia Vasca del Agua, Asier López; y el alcalde de la localidad placentina, Unai Larreategi.
El nuevo puente en construcción tiene 37 metros de luz, de vano único, pesa 80 toneladas, carece de apoyos en el cauce, y cuenta con un tablero 50 cm más alto que el puente anterior. Las obras comenzaron en octubre de 2024, transcurren a buen ritmo y se prevé que culminen en agosto de 2025, tras una inversión global de 1,8 millones de euros IVA incluido. Esta misma semana se están colocando las tres piezas que componen el nuevo puente en una compleja maniobra con dos grúas que actúan en una zona con poca amplitud y muy cercana al cauce del río.
La nueva infraestructura viene a sustituir al antiguo puente, ya derribado, con tablero de hormigón armado (33,5 m de estribo a estribo) que se apoyaba tanto en los estribos como sobre dos pilas apoyadas en el cauce, resultando tres vanos de luces 10.9 m, 11.6 m y 10.9 m. Dada la sección insuficiente para dejar fluir los caudales de las avenidas más copiosas (avenidas con periodo de retorno de 100 años), el puente de Gabolats entraba en carga con relativa facilidad.
Como ha destacado el viceconsejero, "en Soraluze contamos con un tramo del río Deba en el que se concentra una alta densidad de edificios, la mayoría de ellos viviendas, en ocasiones sin ningún retiro con respecto a la orilla. El antiguo puente, con tres vanos, se apoyaba directamente en el cauce del río, mientras que el nuevo sólo tiene un vano y no interfiere con el caudal del agua. De esta forma, damos un paso importante para contribuir a prevenir futuras inundaciones en Soraluze".
"Uno de los riesgos del cambio climático es, precisamente, el incremento de episodios de grandes lluvias. Ante ello, tenemos claro el camino: continuar desarrollando obras de adaptación y mitigación del impacto de los episodios de aguas altas. En el periodo entre 2021 y 2024, URA - Agencia Vasca del Agua ha invertido 167 millones de euros en obras hidráulicas para reducir el riesgo de inundaciones en Euskadi", ha añadido Bilbao.
La sustitución del puente Gabolats por otro de un único vano mejorará la situación de la inundabilidad entre el propio puente y el azud Malmero, situado unos 170 m aguas arriba del puente. En concreto, se consigue la reducción de la lámina de agua de 20 cm para el periodo de retorno objetivo de 50 años.
El nuevo puente contará con una gran viga principal y vigas menores para sostener la plataforma del puente. Se construirá en metal para reducir los costos de construcción y mantenimiento. El puente tendrá una única estructura central para evitar bloquear la vista y los accesos a las casas cercanas. Además, esta estructura servirá como barrera entre los coches y los peatones. En concreto, a un lado se dispondrá un carril para vehículos de 3 metros de ancho, y al otro lado, una acera de 2 metros. En total, el puente tiene un ancho de 6,2 metros.
De cara a la reducción significativa del riesgo de inundabilidad en Soraluze, además de la sustitución del puente Gabolats, también se va ejecutar una retirada de azudes de cara a eliminar obstrucciones existentes en el cauce. Actualmente se está tramitando el permiso de URA a la Diputación Foral de Gipuzkoa para ejecutar la demolición de los azudes de Olea y Zuloaga. Eliminar estas pequeñas presas es fundamental para reducir el nivel de la lámina de agua, y por tanto reducir el riesgo de inundaciones, así como para la mejora de la biodiversidad en propio río. Retirar estos obstáculos en el cauce restaura la continuidad ecológica del río, ya que las presas interrumpen el flujo de agua, sedimentos y nutrientes, e impiden la migración de los peces.

El núcleo urbano de Soraluze: un Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI)
El río Deba se encuentra fuertemente alterado dentro del ámbito urbano de Soraluze. El cauce está encauzado a lo largo de la mayor parte de su trazado y los edificios de la trama urbana se disponen a muy poca distancia, en ocasiones sin ningún retiro con respecto a la orilla. Situación que se agrava por la existencia de varias estructuras en el cauce que producen sobreelevaciones de la lámina de agua. De hecho, la principal causa de desbordamiento está relacionada con las obstrucciones generadas por dichas las estructuras existentes en el cauce.
Los azudes existentes reducen el área efectiva de desagüe, mientras que las pilas de las dos pasarelas y sus tableros sobreelevaban la cota de lámina. (El puente Santa Ana y el puente Gabolats).
De ahí que el núcleo urbano de Soraluze (Gipuzkoa) fuera incluida como Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación- ARPSI en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación-PGRI de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico oriental para el ciclo 2022-2027), que abarca el tramo del río Deba a su paso por esta localidad.
Aunque la superficie inundable es relativamente pequeña, todo el espacio se encuentra densamente ocupado por elementos vulnerables, principalmente viviendas, por lo que los daños estadísticos previsibles son significativos (1,6 millones de euros/año), lo mismo que la población afectada (1.104 personas expuestas a la crecida de 500 años de periodo de retorno).

 

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