Las diputaciones vascas, a través de sus diferentes planes, programas y otros instrumentos, refuerzan sus estrategias territoriales dirigidas a lograr la sostenibilidad energética y la neutralidad climática.

Álava, Bizkaia y Gipuzkoa tienen el marcha planes y programas que desarrollan las respectivas estrategias medioambientales. Las diputaciones de los tres territorios tratan de lograr un desarrollo sostenible, luchar contra el cambio climático, reducir y reciclar los desechos, aumentar las energías limpias, y la eficiencia energética, y la mejorar de la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible.
En Álava, la Diputación Foral impulsa la Alianza Alavesa por el Desarrollo Sostenible 2030, que quiere dar visibilidad y reconocer el compromiso y trabajo que diferentes agentes en el territorio hacen por y para un desarrollo sostenible y aunar esfuerzos para avanzar como territorio sin dejar a nadie atrás. Esta Alianza es la palanca tractora para extender y propagar el compromiso el desarrollo sostenible en aras de mejorar el bienestar de las personas que viven en Álava. La Diputación, además, ayuda a las empresas alavesas a crecer de forma sostenible, permitiendo al territorio avanzar en la transición energética. Una de las últimas acciones de la institución foral es la alianza que ha suscrito con Petronor y Talgo para impulsar el desarrollo de una economía del hidrógeno renovable en Álava.

Por su parte, Bizkaia 21 es la estrategia de la Diputación Foral de este territorio para ofrecer recursos con los que avanzar hacia la sostenibilidad en materia ambiental, social, económica y cultural. Otro plan de sostenibilidad financiado por la Diputación vizcaína es el Programa de Acción de Educación para la Sostenibilidad de Bizkaia (PAES), la propuesta-guía del quehacer de la institución foral en materia de sensibilización, información y educación en la sostenibilidad de la sociedad. Y, más recientemente, la Diputación, en colaboración con el EVE, ha diseñado la Estrategia de Energía Sostenible para Bizkaia (EESB 2020), una política energética propia (en el ámbito foral, municipal e individual) con el objetivo de fomentar el ahorro y la eficiencia energética, así como la promoción de las energías renovables. Una estrategia que plantea cuatro grandes retos energéticos: consumir menos energía y mejorar la eficiencia energética; reducir la dependencia del petróleo y el gas natural; desvincular el consumo energético de la evolución de la actividad económica y compatibilizar la actividad energética con la conservación del patrimonio natural y cultural.
En Gipuzkoa es el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral el que tiene el cometido y los instrumentos para hacer avanzar al territorio hacia una economía verde, implicando a la ciudadanía, a las instituciones y al tejido económico y empresarial. A finales del pasado año, la Diputación aprobó el primer decreto foral, sobre Sostenibilidad Energética de Gipuzkoa (ESEG), clave para descarbonizar la economía y establecer los pilares normativos de la sostenibilidad energética en el territorio. El objetivo del ESEG es reducir el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 y llegar a la neutralidad climática en 2050.
Además, la Diputación Foral de Gipuzkoa y Adegi, en colaboración con Ikei y Tecnalia, han puesto en marcha un proceso para impulsar una estrategia de descarbonización de la economía guipuzcoana, que permita a las empresas reducir sus emisiones, aprovechar las oportunidades que brinda la economía verde y que el territorio alcance el objetivo de neutralidad climática en 2050. Más de 60 empresas se han sumado para dar respuesta a las demandas de productos y servicios cada vez más sostenibles y a las exigencias normativas de la nueva Ley de Cambio Climático.