Cinco años (el primero completo para Laboral Kutxa) después de iniciado, el proceso de saneamiento del sistema financiero español quedaba en 2013 prácticamente finiquitado, a falta de unos ‘flecos’ tan importantes como la máxima recuperación posible del dinero público inyectado en las entidades intervenidas; o la futura configuración de bancos que, como IberCaja y Kutxabank, surgieron de la fusión de las cajas que, por exigencias regulatorias europeas, perderán el control total que actualmente ejercen sobre la entidad. Dos ‘patatas calientes’ en un nuevo sistema que el sector no ha dudado en calificar de más sólido, más eficiente y desapala
Hubo que esperar a la segunda mitad del año para que las condiciones de financiación empezaran a relajarse mínimamente, después de unos años de auténtico estrangulamiento del crédito, tanto al consumo como empresarial. La falta de liquidez continuó siendo en 2013 uno de los principales problemas de la empresa, sobre todo de la Pyme. El plan de financiación del circulante lanzado en abril por el Gobierno vasco significó un soplo de aire en medio de la asfixiante situación. Y sin embargo, no alcanzó el eco deseado y apenas se utilizó en un 25%. En su mayoría, para refinanciar deuda. Sólo en contadas excepciones, el préstamo sirvió para invert