El sector forestal-madera, en clave de sostenibilidad

Bioeconomía Desde Basotek se trabaja en el impulso de la química verde, la construcción en madera, la digitalización del sector y su internacionalización

La innovación, la digitalización y la apuesta por la consolidación y búsqueda de nuevos mercados internacionales son claves para el presente y futuro del sector forestal-madera de Euskadi. Una industria que en la actualidad ocupa el 54% de la superficie del territorio, representa el 1,5% del PIB y emplea a cerca de 20.000 personas.

La madera es el principal recurso propio y renovable con el que cuenta Euskadi para reducir su dependencia energética, y juega un papel clave en la estrategia vasca de la agenda 2030 para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en lo referido al fomento de una energía asequible y no contaminante, el trabajo decente y el crecimiento económico, la innovación industrial y la apuesta por una producción y consumo responsables.
En su apuesta por la bioeconomía, el sector forestal-madera vasco impulsa en la actualidad el desarrollo de la química verde, el fomento de la construcción en madera o el uso de técnicas de la llamada revolución 4.0. Cuenta para ello con nuevos instrumentos como el consorcio multidisciplinar de I+D+i Basotek, creado a comienzos de año para dar respuesta a retos actuales y futuros de la cadena de valor forestal-madera en Euskadi.
Liderado por la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco, Basotek está integrado por centros tecnológicos que investigan en torno al sector forestal y la construcción, y por entidades que aglutinan a los principales agentes de la cadena de valor forestal-madera de Euskadi -Baskegur, Hazi, Neiker, Tecnalia, UPV-EHU, y Vicomtech-, apoyados por la Dirección de Vivienda del Gobierno vasco, las diputaciones forales y entidades europeas de referencia en materia forestal como el European Forest Institute y la Unión de Selvicultores del Sur de Europa. El objetivo de Basotek es promover la bioeconomía forestal como un nuevo paradigma o una nueva oportunidad de desarrollo económico basado en la utilización de los recursos forestales para generar nuevos productos de valor añadido.
Líneas de trabajo. En este momento, Basotek trabaja en cuatro líneas de trabajo: uso de la madera en la construcción, promoviendo el desarrollo de instrumentos, herramientas y proyectos que favorezcan su uso en vivienda pública y privada; nuevos materiales a partir de la madera o de sus subproductos, entre ellos el serrín como aislante natural, o la obtención de pinturas menos contaminantes y más sostenibles a partir de desechos de madera; aseguramiento del recurso forestal-madera, mejorando la calidad de las plantas a través de la nutrición con compost y biochar; y mejora de la competitividad del sector, línea de trabajo en la que se están desarrollando dos nuevos proyectos estratégicos: Biotop y Basoa 4.0.
El primero plantea desarrollar un sistema edificatorio competitivo con etiqueta ‘BIO’ y altas prestaciones, basado en el uso masivo de madera local lo que permitirá una producción industrial elevada. Por su parte, con el proyecto Basoa 4.0 se pretende la digitalización de la cadena de valor forestal-madera, uno de los principales retos estratégicos del sector que permitirá transformar un sistema altamente manual y analógico, con prescripciones de gestión basadas en la experiencia, en un sistema con captura de datos y planificación digital, llevando al sector a un nuevo paradigma en la toma de decisiones.
Ayudas En Gipuzkoa, donde los bosques representan el 62% del territorio y la actividad supone el empleo, directo o indirecto, de más de 6.000 personas, impulsar la bioeconomía ligada a la madera es “apostar por el futuro”, tal y como afirmaba el diputado general Markel Olano en el marco de la V Semana de la Madera. “Supone reducir las emisiones y concentración de carbono y reducir el uso de materiales como el plástico”, añadió. Es la razón por la que la Diputación foral incrementaba este año hasta los tres millones de euros, un 9,5% más que en 2018, las ayudas dirigidas al mantenimiento, mejora y desarrollo forestal del territorio. Las ayudas se dirigen a mejorar el estado sanitario de los bosques, rejuvenecer el sector, evitar el abandono de las parcelas, proporcionar bosques gestionados y aumentar la dimensión mínima de las explotaciones forestales.
A estas ayudas se suman las aprobadas por el Gobierno vasco, dirigidas a financiar proyectos de innovación en bioeconomía forestal. Dotadas con una cuantía de 300.000 euros, tienen como objetivo apoyar la realización de proyectos piloto innovadores en el ámbito de la bioeconomía forestal que transformen materia prima y productos forestales y obtengan otros con alto valor añadido.

Impacto positivo sobre la economía y el empleo

Según el inventario forestal de Euskadi, las existencias de madera ascienden a 62,6 millones de m³ con un crecimiento anual estimado de 3,4 millones de m³/año. El volumen de madera total extraída al año es de 1,2 millones de m³, muy por debajo del recurso disponible. Los ingresos de las Administraciones públicas como consecuencia del desarrollo de esta actividad suponen más de 309 millones de euros. Los impactos sobre empleo son también importantes, 13.000 puestos de trabajo directos y otros 7.000 inducidos, algo más del 2% del empleo de la CAV. Las coníferas, y en particular el pino radiata, constituyen el grueso de las extracciones comerciales si bien las cifras se han visto alteradas en los últimos dos años por el avance de la ‘banda marrón’, enfermedad generada por un hongo que ha afectado de una manera u otra a casi 100.000 hectáreas de superficie forestal de Euskadi y contra la que se está desarrollando un tratamiento, coordinado entre instituciones y forestalistas, a base de fumigaciones con óxido cuproso. Además, todos los socios de Baskegur, desde las asociaciones de forestalistas al conjunto de empresas e industrias de la madera, trabajan junto con las diputaciones forales, Gobierno vasco, Neiker y Hazi, en un completo Plan de Actuaciones en materia de Sanidad Forestal. Igualmente, entre todos se están impulsando las certificaciones PEFC y FSC que garantizan una gestión sostenible del recurso, siendo la mayor multisite de España con más de 50 empresas certificadas en cadena de custodia más otras a nivel individual. También se ha avanzado en que las empresas asuman el uso de las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP).

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