El Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia, que preside del diputado Imanol Pradales, ha concluido dos proyectos importantes de amejoramiento en sendas vías del territorio. Por un lado, ha finalizado las obras de mejora del enlace de la A-8 con la BI-644 en Barakaldo y Trápaga, que comenzaron en noviembre de 2020 y que han supuesto una inversión de algo más de cuatro millones de euros.
Una de las actuaciones se ha realizado en el tronco de la BI-644, entre las rotondas de Kareaga y de Aparkabisa, donde se ha rectificado principalmente el trazado en alzado y sensiblemente la planta. La carretera BI-644, con una media diaria de 50.042 vehículos (3.653 pesados) tenía unas condiciones en cuanto trazado y conexiones que, sumado al gran volumen de tráfico diario, generaba conflictos e insuficiencias en la seguridad viaria.

Por otra parte, la N-636 cuenta ya con 1,6 kilómetros de tercer carril adicional en la subida desde Elorrio al puerto de Kanpazar, tras concluir las dos fases de los trabajos de mejora, que han supuesto una inversión de 3,4 millones de euros desde 2020 por parte de la Diputación. Solo queda actuar en el último tramo pendiente de mejorar de toda la carretera (entre los kilómetros 38,12 y 39,00), una vez ejecutados los dos tramos de tercer carril.
Esta actuación tiene el objetivo de ampliar la calzada para generar un nuevo arcén que mejore la seguridad y perfeccionar las condiciones del firme y el drenaje, evitando la presencia de agua en la calzada. Podrá iniciarse una vez hayan finalizado las obras del TAV que se están desarrollando actualmente en la zona en la que se inicia la subida al puerto de Kanpazar y afectan parcialmente a la carretera foral.