A pesar de que desde la Administración se han abordado en los últimos años políticas para recuperar el espíritu emprendedor que siempre ha caracterizado a la sociedad vasca, parece que esa vocación empresarial está aletargada a la espera, quizá, de una plena recuperación económica. Al menos es lo que parecen indicar los datos de 2015, año en el que se rompió la tendencia alcista iniciada en 2013, registrándose un descenso del 9% en la creación de empresas. Paradójicamente, el emprendimiento, una de las señas de identidad de la economía vasca, no termina de despegar en Euskadi. Así, tras dos años en positivo, la creación de empresas en la CA
La globalización por un lado, y la senda de la recuperación iniciada por las empresas por otro, están suponiendo colocar el talento de las personas como la clave primordial para ganar competitividad, y a la formación como palanca para permitir que ésta aflore, en un nuevo marco de relaciones laborales que busca líderes para gestionar la era de la digitalización.La crisis ha transformado las empresas y su futuro exige un nuevo perfil de directivo más ejecutivo, con experiencia internacional e idiomas, fuerte capacidad de liderazgo y comunicación y sólidos conocimientos financieros. Se buscan perfiles con capacidad de integración social y de