Sin ánimo de sustituir ni a los empresarios, ni a los mercados ni a las instituciones financieras, desde las administraciones vascas, en todos los niveles, se viene desarrollando desde hace años una labor de acompañamiento en la financiación empresarial con el desarrollo de una serie de instrumentos orientados a paliar los déficits que pudieran existir en cada momento. Así, además del Instituto Vasco de Finanzas, el Gobierno de Lakua ponía en marcha a partir de 2008, con el inicio de la crisis, una serie de herramientas adicionales como la sociedad de inversión Ekarpen; los fondos Basque y Lanpar; un nuevo fondo de garantías para el sector
Que el crédito llegue a todos, pero sobre todo a la pequeña empresa, en coste y plazos adecuados, es el objetivo con el que trabajan en Euskadi las dos sociedades de garantía recíproca, Elkargi y Oinarri. Con sus avales, ambas entidades se convierten en herramientas para favorecer el emprendimiento de nuevos proyectos y para estabilizar los balances con líneas de circulante. En ese sentido, buscan favorecer la confección de trajes financieros a medida de cada necesidad y la alianza con los bancos, a quienes facilitan la seguridad tanto en el crédito como en el cobro. Mientras llega el acuerdo para una posible fusión de ambas sociedades, pro