Tecnalia combina tecnologías de neurociencia, análisis de datos e internet de las cosas (IoT) para entender el comportamiento humano y, así, poder diseñar nuevos productos y servicios más adaptados y amigables para el usuario final en sectores y ámbitos como la industria, la salud o la movilidad.

El centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico Tecnalia, perteneciente a Basque Research and Technology Alliance (BRTA) colabora, a través de su laboratorio de Factores Humanos y Experiencia de Usuario, con varias empresas para el ‘rediseño’ de máquinas y el lanzamiento de nuevos productos y servicios más adaptados y ‘amigables’ para el usuario final. Ello es posible gracias a la combinación de tecnologías de neurociencia, análisis de datos e IoT para entender el comportamiento humano y mejorar la competitividad en ámbitos como la industria, la salud, la movilidad o la producción audiovisual.
Indumetal y Media Attack son dos de las empresas con las que Tecnalia colabora en este innovador terreno. En el caso de Indumetal, se está llevando a cabo un proyecto de diseño y validación de un clasificador de confianza en trabajos colaborativos entre humano y robot. Con la productora audiovisual Media Attack, Tecnalia está trabajando en la monitorización de los procesos cognitivos y emocionales a la hora de visualizar piezas audiovisuales de diversa índole.
Medir reacciones
El ser humano toma de manera inconsciente entre el 85% y el 95% de sus decisiones, según Gerald Zaltman, director del Mind Institute de Harvard, por lo que las decisiones están guiadas por las emociones más que por la razón. Por ello, las emociones se han convertido en un factor clave en los nuevos procesos de digitalización. Así, se están empezando a medir de forma objetiva los cambios psico-fisiológicos asociados a los procesos no conscientes y de naturaleza emocional, a través de técnicas neurocientíficas y traduciéndose a métricas emocionales y cognitivas.

Tecnalia cuenta con diferentes dispositivos que miden las reacciones psicofisiológicas de la persona cuando está probando un producto o servicio, como señales eléctricas del cerebro, respuesta galvánica de la piel y ritmo cardíaco, gafas de seguimiento ocular o sistema de localización en interiores. Estos instrumentos captan diferentes señales que después se analizan en conjunto para definir una serie de métricas (valencia afectiva, activación e impacto emocional, atención afinidad, memorización, etc.) para determinar su comportamiento y sensaciones al percibir los estímulos externos.
Estas tecnologías pueden utilizarse en diferentes ámbitos. En industria 4.0, por ejemplo, es posible detectar variaciones en la relación entre un operario y su ‘compañero’ robot, pudiendo actuar sobre este último y modificar su conducta en consonancia. Y en aeronáutica y automoción es posible modificar la interfaz de usuario cuando el nivel de fatiga del piloto/conductor está por encima de lo previsto.