Arantzazu Lab y BBK Kuna ya trabajan, e Hibridalab lo hará próximamente, en la promoción de proyectos innovadores a todos los niveles que aporten soluciones a problemáticas como el envejecimiento de la población, el cambio climático o la revolución tecnológica, entre otros, mediante nuevas formas de afrontar la realidad.

La innovación social es un concepto relativamente reciente que consiste en encontrar soluciones innovadoras a problemas sociales y ambientales que no están cubiertas por el mercado de la forma adecuada. Se trata de la necesidad de producir los cambios de comportamiento en el ámbito empresarial para resolver ambos retos, así como de capacitar a la sociedad para innovar a través del fomento de nuevas formas de relacionarse, más colaborativas.
Este proceso establece un nuevo paradigma en el que surgen nuevas visiones y formas de hacer, en las que las personas y el planeta están en el centro de todas las decisiones, a través de nuevas formas de gestión y administración, nuevos instrumentos o herramientas, etc. para mejorar las condiciones de vida de la población.
En este contexto se enmarcan Arantzazu Lab, en Gipuzkoa; BBK Kuna, en Bizkaia, y el Centro de Innovación Abierta y Transferencia Creativa de Álava, Hibridalab, que, con un largo camino aún por recorrer, ya han aportado soluciones a retos como el envejecimiento de la población y la soledad de las personas mayores, el cambio climático, la revolución tecnológica, la transformación de las ciudades o la migración, entre otros.

Arantzazulab El centro guipuzcoano fue el primero en abrir sus puertas, cumpliendo recientemente un año, en el que ha “consolidado el programa y ha dotado de solidez al laboratorio de forma fructífera”, como destaca en su memoria del ejercicio 2021. Durante este periodo, Arantzazu Lab se ha focalizado en desarrollar iniciativas en tres grandes ámbitos (Investigación, Experimentación y Divulgación), tanto locales como internacionales, en colaboración con numerosos agentes.

BBK Kuna El segundo en ser inaugurado fue BBK Kuna, la casa de los ODS de Bizkaia, que cumplirá un año en octubre. Nacido con el objetivo de “mejorar el futuro de nuestro territorio, aunar esfuerzos para, a través de la innovación social, lograr un impacto positivo en la Agenda 2030 y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, explica la directora del centro, Eider Inunciaga, “su acogida está siendo muy buena por parte de los diferentes agentes”. Entre las acciones desarrolladas, la directora destaca la puesta en marcha de “dos comunidades de aprendizaje, la programación de sensibilización a público infantil y joven que ha logrado impactar en cientos de niños, niñas y jóvenes, y las redes tejidas con más de un centenar de entidades, locales e internacionales”, habiendo sido la entidad, además, seleccionada como referente en ODS “no sólo a nivel local, sino también a nivel estatal e internacional”.
Hibridalab Por último, recientemente ha sido presentado Hibridalab, que entrará en funcionamiento después del verano y contribuirá a “reforzar el posicionamiento de Álava, no solo en el contexto de la innovación vasca, sino también a nivel estatal e internacional”. Su objetivo pasa por impulsar un proceso de innovación en los modos de innovar de las organizaciones productivas y sociales del territorio, basándose en tres factores clave de transformación en el futuro inmediato: sostenibilidad, digitalización y creatividad.
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