Asegurarse el funcionamiento a corto plazo, dotándose de la mayor liquidez posible para hacer frente a las necesidades de circulante fue la prioridad de las empresas ante la situación de crisis que se declaró a partir de marzo de 2020. Las entidades bancarias respondieron con rapidez a esa demanda y, además de vehiculizar toda la financiación articulada por el gobierno central y vasco a través de los avales del ICO, Cesce y Elkargi, pusieron en marcha sus propias soluciones en forma de nuevas líneas de circulante, confirming, renting, anticipo de facturas, etc. para garantizar su actividad con normalidad.
Así, Kutxabank canalizó más de 475 millones de fondos ICO; 160 millones de las sociedades de garantía reciproca,y 2.200 millones de las líneas covid. En total, acerca de 2.900 millones de euros en 4.900 operaciones a lo largo de 2020. Este año, la entidad se ha adherido a la nueva línea de financiación de 500 millones de euros habilitada por el Gobierno vasco y Elkargi que favorecerá la concesión de nuevos préstamos a pymes y autónomos afectados por la crisis. Una de las novedades de esta convocatoria es que se reservarán 300 millones de euros para préstamos de entre 5.000 y 25.000 euros para empresas de menor tamaño y personas empresarias autónomas, que se podrán beneficiar de un proceso más sencillo y ágil en la tramitación de las solicitudes.

CaixaBank, por su parte, formalizó más de 5.000 operaciones nuevas de financiación por valor de 1.128 millones de euros con las empresas vascas durante el 2020, dirigidas principalmente a inversiones para el crecimiento y adaptación de sus negocios. En los dos primeros meses de 2021, la entidad mantenía el buen ritmo crediticio firmando en torno a 1.500 operaciones con un valor que ronda los 1.450 millones. La entidad ha puesto en marcha, entre otras medidas, un plan de apoyo al pequeño comercio que incluye financiación específica y la bonificación de comisiones por TPV, entre otros.
Crecimiento sostenible
Y mientras Laboral Kutxa mantiene su compromiso con las empresas de economía social, prorrogando hasta 2023 el acuerdo con CEPES para facilitar su financiación y promover su crecimiento y promoción, también BBVA, dentro de su estrategia de acompañar a los clientes en su transición hacia modelos de negocio más sostenibles, ha movilizado más de 50.000 millones de euros destinados a iniciativas sostenibles en los últimos tres años.
De los 20.000 millones que la entidad destinó a actividades, infraestructuras y agroindustria sostenible en 2020, más de 8.500 millones se movilizaron en España. El objetivo de la entidad para 2021 es seguir siendo parte de la solución a la crisis provocada por la pandemia, canalizando los fondos europeos, con soluciones de cofinanciación y anticipo de los mismos.