Sólo en el País Vasco se consumen 4,3 millones de toneladas de metal al año, de las que un 85% son hierro y acero y otro 10% aluminio, según datos aportados por el Clúster de Siderurgia de Euskadi, Siderex. Aunque los metales sólo suponen el 4% del consumo total de materiales, su huella ambiental casi supera la mitad de todo el consumo vasco.
En este sentido, la Comisión Europea pretende regular las huellas y los requisitos para los semiacabados, en especial el acero, el hierro y el aluminio, requerimientos que reforzará con la recién aprobada ‘Iniciativa de Producto Sostenible’. Y es que, las multinacionales europeas requieren la fabricación de piezas y componentes de mínima huella ambiental y de carbono, lo que implica la utilización de materiales reciclados.
No en vano, el sector siderúrgico está comprometido firmemente con la sostenibilidad, habiendo reciclado en sus hornos en 2021 casi un 22% más que en el ejercicio precedente, alcanzando los 11,1 millones de toneladas de chatarra convertidas en nuevos aceros, la cifra más alta del último lustro en el Estado. En concreto, se produjeron 14,2 millones de toneladas. Asimismo, las empresas siderúrgicas realizan un uso eficiente de los recursos hasta aprovechar casi el 80% de los residuos y subproductos que genera en sus procesos, con una ratio de recirculación de agua superior al 90%, por ejemplo.
Compromiso
Es por ello que el Diagnóstico de la Estrategia de Economía Circular 2030 de Euskadi prioriza el sector del metal, para el que plantea cuatro acciones concretas: el ecodiseño de aleaciones de metal y de piezas para reducir la huella ambiental de aceros especiales y aluminios aleados hasta un 40%; la gestión ecoeficiente de aleaciones y materias primas en base a chatarras para reducir la huella ambiental de producto en más del 15%; la reducción de la huella ambiental de productos de aceros y aluminios aleados implantando Mejoras Técnicas Disponibles (MTD) en producción termometalúrgica y en tecnologías Near Net Shape; y la recuperación de metales en mezclas complejas que aún se desperdician.

Todas estas acciones favorecerán la aceleración del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y al desarrollo social e industrial, promoviendo, además una variedad de objetivos sociales como la creacio?n de empleo, la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, las normas laborales, el mayor acceso a la educación y el cuidado de la salud, por ejemplo.
Asimismo, en los esfuerzos para la recuperación en la zona euro, la industria dedicada a la construcción y la rehabilitación, ámbitos en los que está muy presente el acero, puede suponer una parte relevante de los proyectos que se presenten al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno español, conectado con los fondos NextGenerationEU.
Con todo, las empresas vascas, proactivas en la materia, participan en proyectos como H-acero, liderado por Sarralle, para aplicar hidrógeno sobre tecnologías y procesos del ámbito siderúrgico; Imagine, dirigido por el Centro de Investigación Metalúrgica Azterlan, para reducir las limitaciones de la tecnología de fabricación respecto a eficiencia, sostenibilidad y competitividad; o REVaMP, que busca alcanzar una mayor eficiencia y sostenibilidad en la producción de acero y en la recuperación de aluminio y plomo, en el que participan Azterlan, Sidenor, GHI hornos y Refial, en un consorcio de 15 socios.