La Ley de Transición Energética y Cambio Climático cumple un año

Este pasado 8 de febrero se cumplió un año exacto desde que la Ley de Transición Energética y Cambio Climático fuera aprobada como una medida novedosa y pionera para alcanzar la neutralidad y la resiliencia para 2050. El balance resulta positivo, teniendo en cuenta que los resultados se alinean con los objetivos establecidos. 

En su primer año, esta ley -que fue respaldada en 2024 por el 82% del Parlamento Vasco- ha marcado las pautas en la consecución de otro de los objetivos de Euskadi: reducir las emisiones en un 45% para 2030. A la espera de que se actualicen los resultados del próximo inventario, el avance de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) correspondiente a 2023 arrojó una esperanzadora disminución del 8,4% respecto a 2022, con un incremento del PIB de un 1,8%. 

Por lo tanto, Euskadi continúa reduciendo sus emisiones mientras aumenta su crecimiento económico, según las estimaciones del Eustat, publicadas el pasado mes de septiembre.

El sector energético es el que más ha rebajado sus emisiones, con una estimación del 26%. También se esperan bajadas en el sector industrial (3%), el transporte (1%), el residencial (18%), los servicios (5%) y los residuos (1%).

En cuanto a las emisiones de los sectores regulados, en 2023 disminuyeron un 21%. Esta reducción sería consecuencia, según el Gobierno vasco, de la bajada que también se ha producido en las instalaciones de generación de energía eléctrica (59%), que representan un 18% del total de las emisiones EU ETS, es decir, correspondientes al régimen europeo de comercio de emisiones. La batalla contra el cambio climático forma parte de la hoja de ruta de instituciones y empresas vascas, que tienen la exigencia de destinar el 2,5% de sus presupuestos a la adopción de medidas de acción climática, según quedó regulado con la aprobación de la ley.

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