La Inteligencia Artificial está irrumpiendo con fuerza en nuestras organizaciones redefiniendo la forma en la que gestionamos, innovamos y competimos. En Euskadi este cambio es una realidad tangible: según el Diagnóstico de la Situación de la IA Euskadi 2025 elaborado por BAIC, el 17,4% de las organizaciones vascas ya utiliza sistemas de IA. Así Euskadi se consolida como un ecosistema potente en IA con más de 1.200 agentes, 9.500 profesionales y una inversión de 577 millones de euros en proyectos de IA. El avance de la IA en el territorio se asienta además sobre una posición de liderazgo en innovación a nivel europeo con un rendimiento del 108% respecto a la media europea tal y como se recoge en el Regional Innovation Scoreboard de 2025 de la Comisión Europea.
En este contexto es necesario entrelazar la innovación y la estrategia en IA para seguir aumentando la competitividad de Euskadi. La IA se convierte en una herramienta clave para innovar mejor, pero también es el motor de cambio que debe impulsar la transformación de las organizaciones. Estas dos visiones deben ser complementarias. 
Por un lado, la IA como facilitadora de la innovación, apoyando en la toma de decisiones basadas en datos, ampliando la capacidad de los equipos para idear y disponiendo herramientas que faciliten la predicción, anticipación y la vigilancia competitiva. Aquí es necesario destacar que en Euskadi solo el 16.8% de las organizaciones tiene una estrategia del dato madura. Impulsar decisiones ‘data-driven’ es necesario para innovar de una forma más estructurada, por lo que es un claro ámbito de mejora en el que tenemos que seguir avanzando como ecosistema. 
La segunda perspectiva aborda la IA no solo como una herramienta, sino como el vector de transformación transversal donde la IA redefine el negocio y la cultura empresarial. Aquí es clave innovar desde el liderazgo con una reflexión profunda sobre la aplicabilidad de la IA en todas las áreas de la organización, valorando su impacto real en la mejora de la eficiencia operativa, la calidad del servicio, la creación de nuevos productos e incluso diseñando nuevos modelos de negocio. El diagnóstico de BAIC confirma el retorno de la inversión en IA para conseguir esta transformación: las empresas usuarias atribuyen a la aplicación de esta tecnología un crecimiento medio del 8.7% en su facturación. 
En este nuevo escenario de innovación, muchas veces consideramos la IA generativa como la única herramienta válida, ya que es la que conocemos de primera mano. De hecho, ha pasado del quinto al segundo puesto entre las tecnologías más utilizadas en Euskadi, alcanzando una adopción del 22,4% en las organizaciones, según el Diagnóstico de la Situación de la IA en Euskadi. 
Sin embargo, no todo es IA generativa. En BAIC nos gusta destacar que la IA tradicional o predictiva sigue siendo la base sobre la que muchas empresas vascas están generando valor, optimizando procesos y fortaleciendo su competitividad. Por tanto, es necesario que trabajemos para combinar ambas dimensiones, la predictiva y la generativa y así innovar de forma más potente.
Desde BAIC consideramos esencial entender la Inteligencia Artificial y la innovación como un binomio inseparable para la competitividad del territorio. Para avanzar en esta dirección, la adopción de la IA debe partir del liderazgo y construirse sobre pilares clave como la cultura organizacional y la gobernanza ética y responsable. Asimismo, la colaboración entre agentes dentro del ecosistema de la IA de Euskadi debe consolidarse como la base de un camino compartido.