GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2023 “La industria vasca requiere del desarrollo de tecnología propia y capacidad para integrarla con terceros y en los distintos sectores de actividad”, Elena Zárraga, presidenta del clúster GAIA
- Begoña Pena (Guía de la Innovación 2023)
- 08-Enero-2024
Elena Zárraga, presidenta del clúster GAIA.
La CAV ha articulado una oferta tecnológica ‘made in Euskadi’ en torno a la automatización de procesos industriales, sensores, analítica y algoritmia, seguridad física y lógica, computación cuántica… fruto, fundamentalmente, del esfuerzo inversor en I+D de sus empresas. La presidenta del clúster GAIA, Elena Zárraga, analiza el momento que vive el sector, sus retos, así como el papel que deben desempeñar apoyando a la empresa vasca para que ésta logre los suyos propios. Y señala al talento, al rediseño de los procesos y modelos de negocio y a la digitalización, y transferencia del conocimiento, como los tres elementos para lograr el éxito.
Entiendo que 40 años dan para muchas innovaciones, más en el Clúster de Industrias de Conocimiento y Tecnología.
Así es. De hecho, el sector se articula allá por los años 80 a consecuencia de una disrupción tecnológica como fue el afloramiento de la microelectrónica y, desde esos orígenes, de manera cíclica y además cada vez con mayor frecuencia e intensidad, se han venido materializando innovaciones que, actualmente, conforman una oferta de tecnología ‘made in Euskadi’, global e internacionalmente competitiva.
¿En qué se fundamenta esa oferta tecnológica ‘made in Euskadi’?
Algunas de las innovaciones que la industria vasca ha hecho suyas y desde las que ha generado una oferta son: todo lo relacionado con automatización de procesos industriales, los PLCs autómatas y otro tipo de tecnología que ha contribuido a una mayor eficacia y repetitividad de la industrialización. También los sensores, conectores o actuadores, que están permitiendo la recogida ordenada y sistemática de datos para su procesamiento y análisis. El uso de estadística, analítica y algoritmia para establecer una correlación entre causa y efecto, lo que permite anticiparse al futuro -actualmente todo ello basado en datos en tiempo real-. El acercamiento de los interfaces avanzados -realidad virtual, realidad aumentada, gemelos digitales…- al mundo industrial y de servicios -tecnología que tiene su origen en el mundo de los videojuegos-, son algunas de las innovaciones de las últimas décadas. A todo ello se suma el desarrollo de la seguridad física y lógica, tanto de personas como de infraestructuras, productos o servicios industriales; y, más recientemente, el desarrollo y evolución de la física y computación cuántica para dar respuesta a la capacidad de procesamiento de múltiples variables en tiempo y forma.
La inversión en I+D es también un factor diferencial de las empresas de GAIA.
Clarísimamente sí. Afortunadamente, Euskadi cuenta con un sector tecnológico con una orientación de servicio a sectores profesionales ‘B2B’. Esto significa que la industria vasca requiere, en primer lugar, del desarrollo de tecnología propia para garantizar una oferta de servicio adaptada a su perfil de cliente. En segundo lugar, la capacidad de integración de esa tecnología propia con tecnologías de terceros, lo que exige conocimiento y manejo de tecnologías ajenas. En tercer lugar, la destreza para gestionar e implementar infraestructuras tecnológicas en los distintos sectores de actividad, atendiendo a las exigencias técnicas y/o protocolos de control y seguridad que cada entorno exige y promueve, como son el conocimiento de las normas, certificaciones, o aspectos de regulación y control. El desarrollo de estas capacidades requiere de constancia y perseverancia en la investigación, el desarrollo y la innovación; así como de un compromiso por la adaptación permanente de todas las personas profesionales del sector a las nuevas disrupciones tecnológicas y normativas al respecto.
“EL RETO PRINCIPAL AL QUE NOS ENFRENTAMOS ES ACOMPAÑAR AL CONJUNTO DEL MERCADO y EMPRESAS EN SU TRANSICIÓN DIGITAL
Y VERDE”
¿Qué retos afronta la Asociación en la actualidad?
El reto principal al que nos enfrentamos es acompañar al conjunto del mercado, industrias, empresas de servicios, administraciones, etc., en su transición digital y verde. Ello conlleva realizar una sistémica y eficaz adaptación de las necesidades y oportunidades que estas transiciones conllevan. Los ejes en los que actualmente se mueve el sector para acompañar a estas empresas u organizaciones son cuatro: desarrollo de competencias digitales en las personas que forman parte de los mercados objetivo; diseño y reconfiguración de sus procesos fruto de la digitalización; ‘smartización’ de productos o componentes de su portfolio, entendiendo ‘smartización' como la capacidad de dotar a esos productos o componentes de sensórica, microprocesadores y dispositivos de comunicación que les permitan tomar decisiones en base a datos y en tiempo real; y la orientación hacia nuevos modelos de negocio basados en datos, y la creación de las correspondientes infraestructuras de apoyo a la evolución de la oferta de servicio o producto.
Monetizar el dato, ¿continúa siendo una prioridad?
Para GAIA la estrategia de la economía del dato se basa en dos pilares. El primero: adaptar nuestros entornos de datos hacia las directrices, normas y legislación emergente a este respecto proveniente de la Comisión Europea, lo que nos obliga a evolucionar los datos para que puedan ser interpretados, utilizados, por terceros de una forma homogénea e internacional. El segundo pilar: experimentar y desarrollar modelos de servicio en torno al uso de los datos que nos generen ventajas competitivas, o retornos económicos para nuestras organizaciones, entendiendo monetizar como una forma pragmática de sacar rentabilidad a los datos disponibles y a los modelos de referencia creados en torno a los datos.
Y desde su óptica privilegiada, ¿cuál es el grado de digitalización de las empresas vascas?
Depende de los sectores y depende también de la dimensión de las empresas. Es cierto que Euskadi lleva años definiendo una estrategia en torno a la transformación digital, y apoyando a los sectores económicos desde las administraciones a través de programas, actividades de sensibilización y dinámicas de transferencia de conocimiento. Y, pese a todo ello, se visualiza un largo camino para garantizar que todas nuestras organizaciones estén entrando en la economía del dato, y desarrollen las tecnologías digitales como instrumentos al servicio de un cambio de modelo hacia la nueva economía.
¿Cuál de las nuevas tecnologías están dejando a un lado y deberían atender para mejorar su competitividad?
En la actualidad consideramos que no se están dejando tecnologías fuera de la estrategia, lo que está costando es contar con el talento adecuado para poder desarrollar e implementar esas estrategias de transformación digital en todas y cada una de las organizaciones. Y como solemos decir, no se trata solo de contratar nuevos perfiles profesionales, sino también de reciclar y evolucionar a las personas en activo que hoy forman parte de nuestra base productiva, facilitándoles conocimientos, habilidades y destrezas en el uso de las tecnologías digitales para su manejo en sus operativas diarias.
LA MOCHILA
Los ingredientes que pueden acompañar al éxito los agruparía en tres bloques:
1. Las competencias digitales. Es decir: el talento interno y externo necesario para facilitar que esa organización saque rentabilidad a la transición digital y verde que nos ocupa.
2. El rediseño de los procesos y modelos de negocio. Transición digital y verde no significa usar tecnología digital, sino evolucionar y cambiar nuestros procesos y nuestro negocio para atender a las nuevas exigencias del mercado (usabilidad, normativas, medioambientales, de interoperabilidad, de ciberseguridad, etc.).
3. Y la digitalización y transferencia del conocimiento. Es importante que se creen servicios colectivos para atender estas exigentes exigencias que el mercado nos reclama. Es importante entender que las pymes no van a tener capacidad y recursos para atenderlas de manera individual y van a tener que agruparse, colaborar y diseñar servicios que les acompañen en el cumplimiento de las normativas y requisitos de mercado. Nos referimos a algo tan próximo y complejo como puede ser el cumplimiento del pasaporte digital de producto. En múltiples sectores, como automoción, audiovisual, agroalimentario, etc. el pasaporte va a obligar a una gestión de datos meticulosa con capacidad de generar riqueza e información relevante para empresas y consumidores respecto a los productos o servicios obtenidos: huella de CO2, trazabilidad, ingredientes, origen, gestión medio ambiental, etc.