A nivel mundial existe el compromiso de incrementar el uso de las energías renovables y transitar hacia sistemas energéticos más sostenibles y competitivos, con el objetivo de lograr un cambio en los modelos energéticos que frene los devastadores efectos del cambio climático, generando progreso y bienestar para la sociedad. Además, la coyuntura geopolítica actual, con los dramáticos acontecimientos que estamos viviendo en Europa, ha agravado la situación, motivando a los países a reducir su dependencia energética del exterior, buscando una mayor soberanía.
Hoy más que nunca es necesario liderar desde Europa una política económica, social, industrial, tecnológica y medioambiental con efecto disruptivo a nivel global, donde la solución para hacer frente a la dependencia energética es aumentar la generación renovable. Europa busca duplicar la cuota de energías renovables planteando como nuevo objetivo dentro de la Directiva de Energías Renovables alcanzar el 45% de todo el consumo final de energía de origen renovable en 2030. En este escenario, la eólica tiene un papel clave, con la creación de un nuevo modelo económico más resiliente, estable y competitivo para los precios de la energía. Para poder avanzar en ello, la agilidad en la tramitación administrativa es fundamental para alcanzar una fortaleza energética, económica e industrial en el camino hacia la descarbonización, junto con la necesaria estabilidad regulatoria y seguridad jurídica, claves para seguir generando entornos de confianza para los inversores.
La eólica no solo es generación limpia y barata, sino también un valor añadido adicional siendo una apuesta por el desarrollo sostenible, el empleo de calidad, la generación de riqueza en el territorio, una cadena de valor competitiva, resiliencia y fortaleza financiera, liderazgo tecnológico y un posicionamiento internacional de primera fila.
La potencia eólica instalada en España es de 28.138,1 MW con 843 MW nuevos en 2021, siendo el segundo país europeo por potencia instalada, y el quinto a nivel mundial. La eólica produce un 23% de la electricidad que se consume, siendo la primera tecnología del mix por aportación a la cobertura de demanda y la primera por potencia instalada. El sector emplea a más de 30.000 profesio- nales, contribuye al PIB con 3.106 millones (un 0,30%) y cuenta con más de 250 centros industriales, siendo un caso de éxito de desarrollo tecnológico y de suministro de energía limpia, con presencia en el 100% de la cadena de valor. La exporta- ción supera los 1.748,6 millones, posicionando a España como el tercer exportador del mundo de aerogeneradores tras Dinamarca y Alemania.
Con una apuesta por esquemas de atracción de inversión en tecnologías de descarbonización y aprovechando las propias capacidades de la eólica, conseguiremos ser un país menos dependiente energéticamente de la geopolítica internacional.