La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas fue el tema central del Día Mundial de la Acreditación, celebrado el pasado 9 de junio con el fin de concienciar al mercado, la Administración Pública y la sociedad sobre la importancia de la acreditación y el valor de los servicios de acreditación, una herramienta fundamental que proporciona la base técnica para que se puedan desarrollar dichos mecanismos de control de los procesos industriales y económicos a través de servicios de certificación.
Este instrumento establece una meta ambiciosa y universal hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental que, haciendo uso de los medios necesarios para mitigar el cambio climático, busca impulsar la igualdad y proteger la dignidad de las personas y reclamar transformación hacia un desarrollo respetuoso con el medioambiente, que requiere el compromiso, la colaboración y la transformación de los gobiernos locales y nacionales, las empresas y la sociedad. El Día Mundial de la Acreditación es una iniciativa global impulsada por IAF (International Accreditation Forum) e ILAC (International Laboratory Accreditation Cooperation) para promover el valor de la acreditación.

La acreditación, en colaboración con otras instituciones de infraestructura de la calidad, proporciona las bases técnicas que son fundamentales para el funcionamiento de las sociedades desarrolladas y en desarrollo. Es un facilitador para el desarrollo industrial, la competitividad comercial en los mercados globales, el uso eficiente de los recursos naturales y humanos, la seguridad alimentaria, la salud y la protección del medio ambiente. Según los responsables de IAF e ILAC, “su impacto positivo está claramente alineado con los pilares de Personas, Prosperidad y Planeta”.