Geinsa, fabricante de instalaciones automáticas de pintura, ha suministrado su segunda línea a Ezpeleta, productor de mobiliario exterior, que será instalada en su factoría portuguesa de Vila Nova de Cerveira y que se compone de un túnel de tratamiento de cuatro etapas, un equipo de agua osmotizada y separador de aceites, un horno de secado, una cabina de cambio rápido de color, una cabina de retoques, un horno de polimerizado y un circuito transportador.
Todos los dispositivos auxiliares de esta instalación están conectados a un autómata programable para su funcionamiento automático, y todos los datos son captados y registrados, lo que permite su monitorización en detalle y un histórico de producción visible en cualquier momento, lo que facilita una teleasistencia efectiva.
Por otro lado, las piezas son tratadas en el túnel cuyas dos últimas rampas de aspersión van conectadas al depósito del equipo de agua osmotizada. Esta rampa aportará agua constantemente, de manera que el baño se mantiene en condiciones óptimas de aclarado y se consigue un óptimo acabado. Una vez finalizado el proceso, la pieza entrará en el horno de secado de humedad y estará preparada para la aplicación de pintura en polvo y posterior polimerizado.

Para conseguir un aprovechamiento energético, se ha colocado una puerta motorizada con barreras fotoeléctricas para el cierre del galibo en función de la anchura de pieza. Se trata de un sistema optoelectrónico de haces múltiples, formado por una unidad emisora y otra receptora, para la detección o medición de objetos. Por último, a la salida de los hornos se han instalado cortinas de aire para evitar la salida de calor, así como campanas de recuperación de calor, para optimizar la eficiencia energética.