El seguro de crédito proporciona información valiosa sobre el cliente y su capacidad de pago.

Si la oleada de impagos que se esperaba a partir de marzo de 2020 con la llegada de la pandemia quedó minorada, gracias a las decisiones adoptadas por los gobiernos y los bancos centrales y a las ayudas ofrecidas al tejido productivo para que no sufriera las consecuencias de la crisis de 2008, logrando que los impagados bajaran, por ejemplo, a niveles “nunca vistos” en las tres décadas de actividad de la correduría Iparcredit, la situación sin embargo ha cambiado este año. Su tasa se ha incrementado, entre otras razones, “porque algunas empresas no se han adaptado al escenario poscovid donde las maneras de consumir han cambiado y se han visto desplazadas por otras que sí se han adaptado”, afirma Mikel Arrieta, director de la correduría guipuzcoana. A esto se añade la carencia de los préstamos ICO, concedidos con garantía del Estado cuando empezó la pandemia, que ya ha finalizado “y que algunas empresas no han podido devolver dadas las circunstancias de incertidumbre actuales”.
Un escenario al que en este momento se incorporan la invasión de Ucrania, la crisis energética, el aumento de los costes de las materias primas y, como consecuencia de todo ello, una de las mayores tasas de inflación desde 1985.
En este contexto, desde la correduría Iparcredit de Donostia trasladan su preocupación por la tendencia, no alarmante pero sí alcista, en el nivel de impagados que se observa mes a mes, “porque no sabemos si se estabilizará en unos niveles similares a los previos a la pandemia o se disparará generando pérdidas importantes a las empresas”, señala Mikel Arrieta.

Ventajas
En este sentido, apunta al seguro de crédito como una herramienta fundamental con tres ventajas respecto a otras herramientas de gestión del riesgo comercial como son la prevención, la indemnización y el recobro.
“Antes de vender a un cliente, el seguro de crédito te informa de la capacidad de pago de la empresa. Puedes ver sus cuentas anuales y su comportamiento en pagos de la mano de una empresa experta en gestión de impagados”, explica Mikel Arrieta.
En caso de impago, la aseguradora cubriría el siniestro con una cobertura que puede ir del 80% al 95% “y, en muchos casos sin coste extra, intenta recobrar la deuda en cualquier parte del mundo”, añade Arrieta.