El ámbito de la biosalud en Euskadi consolidó durante 2021 el fuerte desarrollo experimentado en los últimos años. Los datos de facturación y exportaciones, inversión en I+D+i y, sobre todo, empleo creado, reflejan, según Basque Health Cluster (BHC), el momento dulce que vive un sector que genera ya más del 2% del PIB vasco.

A pesar de los desafíos y algunos ‘cuellos de botella’, el sector de la biosalud en Euskadi tiene “un futuro prometedor”, con unas expectativas para 2022 igual de positivas que en los últimos años, según quedó de manifiesto en la última Asamblea de Basque Health Cluster (BHC), organización que agrupa a 95 firmas que investigan y trabajan en este ámbito.
En este encuentro se pudo conocer el incremento en la cartera de pedidos de las empresas del sector, sobre todo de aquellas con productos o servicios presentes ya en el mercado. Así, la facturación creció a un ritmo del 8%, hasta los 1.880 millones de euros; una evolución que, previsiblemente, se mantendrá este año en los mismos niveles. Las exportaciones, por su parte, aumentaron un 18% tras el parón registrado en 2020 debido a la crisis del covid-19. De hecho, el 24% de la facturación de estas empresas (excepto las englobadas en los cuidados asistenciales de la salud, o ‘healthcare’) procede ya de las ventas en el exterior. Para este año se prevé de nuevo que todas las empresas exportadoras del BHC vuelvan a incrementar sus ventas en los mercados exteriores. La inversión en I+D+i fue también muy significativa en 2021, alcanzando la cifra más alta contabilizada hasta ahora: más de 170 millones, con un crecimiento anual del 14,5%.

Destaca especialmente que el sector empresarial vasco de la biosalud generó el pasado año casi 1.000 nuevos empleos, hasta sumar una fuerza laboral de casi 10.000 profesionales. En términos relativos, la evolución representa un crecimiento del 11%, frente a aumentos medios de entre el 5% y el 8% de los años anteriores. Además, se trata de un empleo con un elevado nivel de especialización y profesionalización (doctores, másteres en Ciencias de la Vida e ingenierías, expertos en datos e inteligencia artificial...) y con un significativo peso del empleo femenino.
Retos La buena trayectoria del sector no oculta que haya que enfrentar determinados problemas, como apuntó el nuevo presidente del Basque Health Cluster, Asier Albizu (Biolan). Entre ellos, el colapso regulatorio con las nuevas exigencias normativas de productos sanitarios para marcado CE, mucho más exigentes que hasta la fecha, que supone un verdadero ‘cuello de botella’ para las firmas del sector, tanto de Euskadi como del conjunto de la UE. También la carencia de organismos de acreditación tras las exigencias de las nuevas regulaciones y los problemas acaecidos con la escasez del material de laboratorio o el alza de los precios de las materias primas.
Asimismo, la necesidad de reforzar la cooperación, tanto público-privada como privada-privada, para lograr una mayor competitividad y posicionamiento del sector. Y, obviamente, todo ello en el marco de la sostenibilidad medio ambiental y social, buscando la máxima eficiencia y productividad, y apostando por la digitalización; claves que, sin duda, requieren de inversiones importantes”.