El presidente de Distribuidora Farmacéutica de Gipuzkoa (DFG), Fernando Echeveste, presentó en la Junta General de Accionistas la situación y el balance de la distribuidora tras un año “muy complicado” para el sector farmacéutico por la pandemia. Sin embargo, la entidad pudo cumplir sus objetivos, “aprobando un nuevo Plan Estratégico y comenzado con la construcción de un nuevo almacén que permita seguir ofreciendo un servicio de calidad a las oficinas de farmacia de Euskadi”.
Además, el resultado económico fue también “positivo”, con un crecimiento del 6,48%, y las ventas en farmacia alcanzaron los 155,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,75% respecto a 2019. Así, la firma cuenta con “una gran situación financiera y una cuenta de resultados estable y saneada”, con un patrimonio neto de 23,7 millones de euros.
De esta forma, DFG afronta una nueva etapa en la que contempla seguir creciendo a través de las directrices marcadas en su nuevo Plan Estratégico 2021-23. Se trata de un planteamiento ambicioso que pretende “mejorar el servicio y la calidad; innovar y adelantarse al futuro con nuevas herramientas y dotándose de los instrumentos y recursos necesarios como el nuevo almacén Esku 22; la ampliación del liderazgo comercial en el País Vasco; el proyecto DFG Innova; la transformación cultural y el refuerzo de su posicionamiento sectorial”.
El principal proyecto en este sentido es la construcción de un pabellón de 10.200 m2 que permitirá incrementar en un 40% la producción actual de Igara y Landabarren.
DFG distribuyó más de 17 millones de envases de medicamentos en 2020 y le fue adjudicado el “almacenaje, custodia y reparto en exclusiva para todo el País Vasco de las vacunas contra el covid, repartiendo, hasta mayo de este año, 1.438.084 vacunas”.