BBVA se mantiene a la cabeza de las entidades bancarias europeas más sostenibles, obteniendo la máxima puntuación en indicadores como estrategia fiscal e información medioambiental. 

BBVA ha revalidado, por tercer año consecutivo, su liderazgo como entidad financiera más sostenible en Europa y la segunda a nivel global, según recoge el último Dow Jones Sustainability Index World y Europe, índice referente mundial en sostenibilidad. Su puntuación alcanza un total de 86 puntos sobre 100. La entidad ha logrado 89 puntos en la dimensión económica y de gobierno corporativo; 74 puntos en la ambiental; y 88 en la social. Asimismo, ha obtenido la máxima calificación (100 puntos) en información medioambiental y social, materialidad, estrategia fiscal, prevención frente al crimen, influencia pública y derechos humanos.
“Este reconocimiento reafirma el éxito de nuestra estrategia por un futuro más verde e inclusivo. En BBVA financiamos, acompañamos y asesoramos a nuestros clientes y a la sociedad en su conjunto, con un doble foco: contribuir a la lucha contra el cambio climático mundial y el crecimiento inclusivo”, destaca Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA.

La banco ha elevado  hasta los 300.000 millones de euros su objetivo de canalizar financiación sostenible

La distinción obtenida remarca el compromiso del banco en potenciar el papel de la banca en la transición hacia un futuro respetuoso con el medio ambiente y en universalizar el acceso a soluciones financieras más sostenibles. No en vano, BBVA ha elevado recientemente hasta los 300.000 millones de euros su objetivo de canalizar financiación sostenible hasta 2025, triplicando así el objetivo inicial de 100.000 millones de euros que se propuso en 2018. 
En acción climática, por ejemplo, la entidad está avanzando en la senda por cumplir su compromiso de ser neutro en emisiones de carbono en 2050, no sólo en las emisiones generadas por el banco sino también en las de sus clientes. Así, tiene previsto dejar de financiar a las empresas del sector del carbón en el año 2030 en los países desarrollados. mientras que en 2040, lo hará en el resto del mundo. Además, se ha fijado objetivos intermedios para descarbonizar antes de 2030 su cartera en cinco industrias intensivas en emisiones de CO2, como es el caso de la generación eléctrica, automóviles, acero, cemento, petróleo y gas. 

Descarbonización
En su firme apuesta por impulsar una financiación más sostenible, el banco acaba de invertir 25 millones de dólares en tres fondos de Lowercarbon, una firma de capital riesgo especializada en descarbonización. Una inversión que se suma a los 20 millones ya aportados a esta empresa y, que en total, suponen 45 millones de dólares destinados a este fin con el fin de apoyar la “investigación en soluciones disruptivas y de enorme potencial, como la nueva tecnología basada en la fusión nuclear”.