El sector de la alimentación tiene un peso cada vez más relevante en nuestra economía, como lo demuestran los más de 140.000 empleos directos que genera toda la cadena y los más de 800 millones de euros que factura la industria de alimentos y bebidas. La incertidumbre que afecta a todo el ecosistema económico, en cualquier caso, no le es ajena y apuesta por el reforzar esa cadena y por la promoción del producto local, que gana terreno. El sector de la alimentación en Euskadi ha dejado de ser una incógnita de incierto desarrollo para posicionarse como un ámbito estratégico y de oportunidad económica. La cadena alimentaria, desde la producción
Los elevados costes de producción asfixian a las ganaderías vascas que ven como, pese a que el precio de la leche sigue su paulatino crecimiento, las entregas están en mínimos históricos. Un incremento exponencial de precios que, unido a la sequía de este verano, ha llevado al sector a reducir la producción e incluso a sacrificar más de 6.000 vacas frisonas en el último año. El elevado coste de piensos y de la energía ha llevado a muchos ganaderos a sacrificar algunas cabezas de ganado con el objetivo de mantener la rentabilidad de sus negocios. Entre noviembre de 2021 y octubre del pasado año, 6.159 vacas frisonas han sido sacrificadas en