Euskadi cuenta con una larga tradición de cambio y adaptación de la Formación Profesional a las necesidades de las empresas, lo que ha permitido situar al modelo de FP vasco como un referente internacional. La aprobación por parte del Gobierno de los distintos planes vascos de Formación Profesional (1997, 2004 y 2011) ha supuesto un impulso, decidido y continuado en el tiempo, a un sistema que se concibe como algo esencial y prioritario para el desarrollo de nuestra economía, de nuestras empresas, de la mejora del empleo y, en definitiva, del bienestar de nuestra sociedad. Podemos afirmar, por tanto, que el actual posicionamiento de nuest
Innovar es la mejor estrategia que pueden seguir las empresas para mantenerse como líderes, aumentar su competitividad y diferenciarse en los mercados, pero lograr esos objetivos conlleva exponerse al escrutinio público, alcanzar una reputación que hay que gestionar y, a veces, provocar impactos en el medio ambiente y social en el que la organización vive y desarrolla su labor. En ese marco, el gran reto para nuestras empresas es ser líderes, ser innovadoras y estar a la vanguardia en materia de responsabilidad social empresarial (RSE) integrando los principios de sostenibilidad en la toma de decisiones, o lo que es lo mismo crecer e innova