Este pasado 8 de febrero se cumplió un año exacto desde que la Ley de Transición Energética y Cambio Climático fuera aprobada como una medida novedosa y pionera para alcanzar la neutralidad y la resiliencia para 2050. El balance resulta positivo, teniendo en cuenta que los resultados se alinean con los objetivos establecidos. En su primer año, esta ley -que fue respaldada en 2024 por el 82% del Parlamento Vasco- ha marcado las pautas en la consecución de otro de los objetivos de Euskadi: reducir las emisiones en un 45% para 2030. A la espera de que se actualicen los resultados del próximo inventario, el avance de las emisiones de gases de e
Ihobe ha presentado un informe sobre cómo adaptar las acciones para combatir el cambio climático en el litoral, teniendo en cuenta que el 60% de la población vasca reside en zona costera. Por otra parte, el Gobierno vasco ha impulsado hasta una veintena de proyectos, con soluciones basadas en la naturaleza. Euskadi sigue conjurándose contra el cambio climático, poniendo sobre la mesa una serie de acciones que le lleven a ser un país de referencia en esta lucha que se presenta decisiva para que el futuro sea lo más sostenible posible. Durante los últimos meses se han presentado iniciativas novedosas, que reafirman el convencimiento de los age